Alimentos que te ayudarán a ser más fertil

Alimentos para la fertilidad

La fertilidad y la dieta diaria son dos elementos que van de la mano si planeas tener un bebé, existen alimentos que ayudan a la concepción, como frutas y verduras; pero también hay otros que conviene evitar, te decimos cuáles.

Para tener un embarazo sano, es muy importante que mientras lo planificas cuides lo que comes, porque los nutrientes y grasas que ingieres influyen en todo el organismo: en células, hormonas, calidad de los óvulos, implantación y en el desarrollo del feto.

Los especialistas explican que para producir cambios debido a la dieta, es necesario que pase un período entre tres meses y un año, este tiempo servirá para que realices una preparación no sólo física, sino también emocional.

Cuando vayas a visitar a tu médico, seguro que te realizará un análisis nutricional y te va a recomendar algunos alimentos que ayudarán a tu cuerpo en la tarea de la concepción (sin sobrepeso y sin desnutrición), al mismo tiempo ello beneficiará el buen desarrollo del bebé durante el embarazo.

Para concebir, debes evitar el alcohol y los cigarrillos y en el período que va desde la ovulación hasta la menstruación, debes sacarlos completamente de tu dieta, esto es en quienes son regulares, pero si tienes un ciclo irregular es mejor que te olvides completamente de beber y fumar.

De hecho, un estudio comprobó que las mujeres que tomaban menos de cinco copas de vino a la semana tenían dos veces más probabilidades de concebir que aquellas que consumían esta cantidad o más.

Ten cuidado con el consumo de cafeína, porque estrecha los vasos sanguíneos y disminuye la circulación de sangre hacia el útero, evitando que el óvulo se implante. Por lo general, la cafeína no provoca grandes problemas, pero si hay problemas de fertilidad o se está llevando a cabo un tratamiento in vitro, es aconsejable suprimir su consumo.

Es normal sentir dolor de cabeza al detener el consumo habitual de cafeína, por lo que puedes probar disminuyendo la cantidad diaria paulatinamente y reemplazarla por algún líquido que te entregue calcio.

Alimentos positivos para la fecundidad

Las vitaminas y minerales son muy importantes durante todo el período de desarrollo del bebé y una muy buena forma de conseguirlas es a través de las frutas y verduras. Pero también poseen micronutrientes y antioxidantes que inhiben la acción de moléculas negativas que ingresan al cuerpo y dañan los órganos del aparato reproductor y, por supuesto, a los óvulos.

Lo mejor son las frutas y verduras de colores fuertes, como rojo, verde y amarillo, recuerda que mientras más fuerte es el color, mayor cantidad de nutrientes contiene y más positivo resulta en la preparación para la llegada de tu bebé. Puedes hacerte el propósito de comer dos frutas diarias y alrededor de tres tazas de verduras. Además, para evitar el estreñimiento, debes acompañar las frutas y verduras con al menos ocho vasos de agua al día.

Para evitar problemas digestivos y para apoyar la concepción y el desarrollo fetal, puedes consumir fibra. Los cereales, alcachofas, espinacas, acelgas, ciruelas, almendras y paltas ofrecen un alto contenido de fibra que te ayudará a evitar, también, los riesgos de desarrollar ovario poliquístico.

La vitamina A, C y E y el zinc y manganeso principalmente, actúan como antioxidantes. Aunque el cuerpo los fabrica naturalmente, son insuficientes durante el embarazo, por lo que es muy positivo que consumas naranjas, melones, kiwis, tomates, ajos, frutos secos y coliflor.

Las vitaminas B son importantes para la fecundación, la llegada del óvulo al útero y para el desarrollo del bebé. Éstas se disuelven con agua y se pierden fácilmente; además, algunas características del estilo de vida actual, como el estrés y el consumo de alcohol, aceleran este proceso.

Una vitamina B fundamental para la formación del cerebro y de la médula espinal, es el ácido fólico o también llamado vitamina B9. Hay que consumir bastante antes del primer mes de gestación, primero porque estimula la formación de las hormonas sexuales y, segundo, porque durante el primer mes de gestación comienza la formación del cerebro y la médula. Esta vitamina se encuentra presente en legumbres, cereales, paltas, plátanos, huevos, sardinas y cordero, entre otros.

Durante el embarazo los ácidos grasos omega 3 son muy necesarios y la mejor forma de obtenerlos es a través de pescados. Los especialistas recomiendan consumir alrededor de 350 gramos a la semana. Si no tienes tiempo para cocinarlo, puedes consumir atún en lata dos veces a la semana.

Si eres vegetariana, no te gusta el pescado o eres vegana, el omega 3 también está presente en los productos que contienen linaza. Puedes encontrar harina de linaza y semillas en supermercados y tiendas especialistas en comida vegetariana. No es necesario que consumas la harina de linaza preparada con agua solamente, también puedes rociarla sobre cereales o sobre el pan.

Durante el desarrollo del bebé en tu vientre, es de suma importancia el hierro que hayas almacenado, porque si presentas déficit de este mineral puedes sufrir anemia tras el parto. La mejor forma de conseguir hierro es a través de las carnes rojas, pero si no la consumes, pide a tu médico un complejo vitamínico que lo contenga.

Trata de consumir a lo menos 85 gramos de proteínas al día, puedes encontrarla en pescados, frutos secos y legumbres.

Recuerda que el calcio forma parte de la mayoría de las células del cuerpo, por lo tanto, tu bebé necesitará mucho y es bueno que tú tengas la cantidad suficiente para evitar la descalcificación de ambos. Si no te gustan los productos lácteos, puedes consultarle a tu médico por un suplemento y, de seguro, también te recomendará el consumo de frutas y verduras con alto contenido de éste como lechuga, higos y naranjas.

No olvides calentar todas las comidas que ingieras y no consumir algo que haya estado más de dos horas a temperatura ambiente, porque pudo haberse contaminado con listeria, que puede provocar abortos espontáneos.

Temas: , , ,

Maternidad en solitario
Te puede interesar:

Maternidad en solitario: 7 pasos para afrontar el desafío con éxito