Regresiones: ¿Tu hijo quiere volver a ser bebé?

Regresiones

Las regresiones en el comportamiento de los niños son comunes y pueden manifestarse de diferentes maneras, desde volver a usar pañales hasta pedir biberón o chupete

Si bien pueden ser preocupantes para los padres, generalmente son una fase pasajera relacionada con el desarrollo del niño.  Este artículo explora las posibles causas de estas regresiones y ofrece estrategias para manejarlas. 

Etapas del desarrollo

Las regresiones en el comportamiento a menudo se relacionan con las etapas del desarrollo infantil.   Cambios importantes, como la llegada de un hermano, comenzar la escuela o un cambio significativo en la rutina familiar, pueden desencadenar una regresión. 

El niño puede recurrir a comportamientos infantiles como mecanismo de afrontamiento ante situaciones nuevas y estresantes que desestabilizan su seguridad. 

Estrés y ansiedad

El estrés y la ansiedad pueden manifestarse en forma de regresiones.  Situaciones estresantes, como cambios en la familia, mudanzas, problemas en la escuela o enfermedades, pueden hacer que el niño regrese a comportamientos más infantiles como forma de buscar seguridad y consuelo. 

El niño puede sentirse inseguro o vulnerable y buscar refugio en comportamientos que le proporcionan una sensación de control y familiaridad. 

Necesidad de atención

En algunos casos, la regresión puede ser una forma de llamar la atención de los padres.  Si el niño siente que no está recibiendo la atención suficiente, puede recurrir a comportamientos regresivos para obtenerla.  

Es importante identificar si la regresión se debe a una necesidad de atención y ajustar las interacciones para ofrecer más tiempo de calidad y conexión con el niño.  El refuerzo positivo y la atención a sus necesidades puede reducir el comportamiento regresivo. 

Cómo manejar las regresiones

El manejo de las regresiones requiere paciencia, comprensión y consistencia.  Es importante mantener la rutina lo más estable posible, ofrecer un ambiente seguro y afectivo, y reforzar los comportamientos positivos.  

Hablar con el niño, escuchar sus preocupaciones y validar sus sentimientos puede ayudarlo a sentirse seguro y a superar la regresión. La comunicación es vital para entender las posibles causas de la regresión. 

Consejos para manejar las regresiones infantiles 

  • Mantén la calma: No te frustres ni castigues al niño.
  • Identifica la causa subyacente:  ¿Hay algún cambio significativo en su vida?
  • Ofrece seguridad y consuelo:  Abraza, acaricia y habla con él con cariño.
  • Refuerza los comportamientos positivos:  Premia el avance y las conductas deseadas.
  • Mantén la rutina lo más consistente posible: Esto da seguridad y estabilidad.
  • Busca apoyo profesional si la regresión persiste o es muy intensa: Un psicólogo infantil puede ayudar.

Las regresiones en el comportamiento de los niños son un fenómeno común que, generalmente, se resuelve con el tiempo y un manejo adecuado.  

La clave está en comprender las posibles causas subyacentes, ofrecer un ambiente seguro y afectivo, y mantener la consistencia en las estrategias educativas.  

La paciencia, la comprensión y el apoyo profesional, cuando sea necesario, son esenciales para ayudar al niño a superar esta fase de desarrollo.


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