Duelo y embarazo

 

Duelo y embarazo: Muchas mujeres describen que el estar embarazadas ha sido una de las experiencias más significativas de sus vidas. ¿Pero qué pasa cuando en esta precisa etapa, ocurre la pérdida de un ser querido?

Experto: Trinidad Gallego, psicóloga

Es aquí cuando nace el Duelo por esa persona que ya no está, y que su ausencia significa demasiado dolor para la futura mamá.

Cuando a una mujer se le dice que será madre, comienza a soñar y construir un ideal familiar, en el cual existen visiones, emociones, proyectos y pensamientos, generando expectativas del embarazo y del bebé, en el ámbito individual, emocional, familiar, biológico y social. Sin embargo, estos proyectos e ilusiones pasan a un segundo plano cuando hay un duelo inicial o latente.

El duelo es una reacción adaptativa, normal y esperable ante la pérdida de un ser querido. No tiene pautas universales, ya que cada persona tiende a vivirlo de diferente manera. No hay un tiempo fijo para vivir el duelo y depende de muchos factores: Tipo de muerte, intensidad de la relación con el fallecido, el tipo de personalidad que se tiene, la edad, etc.

Dentro de las Manifestaciones Fisiológicas del Duelo están: Vacío en el estómago, opresión en el pecho y/o garganta, sensación de ahogo, falta de energía, alteración del sueño y/o apetito, etc. Como Manifestaciones Cognitivas podemos encontrar: Desorganización de ideas, imágenes de la persona fallecida, sensación de presencia, sentimientos de culpa, rabia, ira, melancolía, amargura e impotencia. A demás, están las Manifestaciones Motoras donde surgen: Conductas desorganizadas, aislamiento social, evitación de recuerdos relacionados con la pérdida, exposición excesiva a objetos o lugares relacionados con la persona que ya no está, llanto excesivo, entre otras.

Estos síntomas se inician inmediatamente después, o en los meses subsiguientes de la muerte del ser querido. Si los síntomas explicados anteriormente duran menos de tres meses, significa que la mamá se encuentra en un estado agudo, pero que gracias a la ayuda de su pareja, familia y amigos, estos pensamientos, conductas y sensaciones comenzarán a disminuir con el tiempo. Si los síntomas mencionados duran más de 3 meses, significa que la mamá se encuentra en un estado crónico, donde debe buscar ayuda profesional (conversar con su médico tratante, ir al psicólogo o psiquiatra si es necesario, ya que es posible que se necesite de medicación).

El Duelo tiene 3 etapas muy marcadas, donde es fundamental el apoyo de la pareja de la futura mamá, de su familia y personas más cercanas.

1.- Fase en Evitación: En esta primera fase, la futura mamá bloquea la realidad como un mecanismo de autoprotección. Para ella, es tan impactante la noticia, que entra en un estado de shock debido a que no es posible asimilar la realidad de la pérdida. Se siente desorientada, confundida y es incapaz de comprender correctamente lo que pasó. Esta fase puede durar días o algunas semanas.

2.- Fase de Confrontación: Se caracteriza por una motivación poderosa de recuperar a la persona que ya no está, donde la rabia y la culpa son las emociones más predominantes. La mamá está ansiosa, irritable, sensible, donde trata de buscar respuestas para poder alivianar su propio dolor. Surgen sentimientos de culpa, tratando de repasar obsesivamente todos los hechos de la vida de la persona fallecida, como las circunstancias de su muerte, y que se pudo y no pudo haber hecho para poder evitar su partida. Hay personas que en esta etapa pueden llegar a sentir culpa por estar vivas y que la persona querida no, por no haberlo protegido de la muerte, o incluso por sentir rabia o sentir alivio al verse libre de una gran responsabilidad. Hay una tristeza profunda y llanto en exceso. En esta segunda etapa es muy importante el apoyo de la pareja y de la familia, ya que la futura mamá necesita de consuelo y contención de forma permanente. La culpa puede ser enfocada en sentimientos contradictorios, debido al mismo embarazo, ya que las mamás sienten que deben estar felices por el bebé que viene en camino, pero al mismo tiempo, se sienten tan desoladas y tristes, que no tienen la fuerza necesaria para separar estas emociones, donde predomina más el dolor que la felicidad. Pueden sentir pánico o ansiedad generalizada, debido a la aprensión por lo desconocido de la situación que se vive. Generalmente estas sensaciones se presentan en las mañanas, cuando la mamá se despierta y se da cuenta que debe enfrentar el mundo sin la persona querida.

3.- Fase de Restablecimiento: Se llega a esta etapa cuando la segunda fue vivida en su plenitud. Al cabo de algunos meses, poco a poco la mamá logra aceptar que la pérdida es permanente y que la persona no volverá. Se logra el restablecimiento cuando se acepta que la vida continua y que a medida que pasa el tiempo, el dolor no es tan predominante como lo fue inicialmente. Los recuerdos de la persona desaparecida traen sentimientos cariñosos, mezclados con tristeza, en lugar del dolor agudo y la gran nostalgia. La pérdida no se olvida, pero se pone en un lugar especial y la energía emocional se reorienta hacia nuevas relaciones, sobre todo a la llegada o nacimiento del bebé. La mamá debe darle nuevos significados a su vida y empezar a realizar planes para el futuro de ella, de su familia e hijos.

Las mujeres que viven el proceso de duelo estando embarazadas, deben darse el permiso para sentir lo que sienten. No sirve de nada que traten de evitar esta sensación a través de distracciones y ocupaciones en exceso, ya que al final, el dolor igual saldrá a la superficie. Deben aceptar que su vida ya no será la misma debido a la ausencia y que tendrán que ver las cosas desde otra perspectiva. El sentir y expresar el dolor, tristeza, rabia y miedo por la muerte de un ser querido, es parte del camino que se debe recorrer.

El Duelo en su plenitud por la pérdida de una persona importante suele durar entre 1 y 3 años. Es posible que las mamás se sientan bien y encuentren que el dolor ha desaparecido, y es ahí cuando viene una recaída y vuelven a la misma sensación de haber retrocedido todo lo que se había avanzado. El tomar decisiones importantes en proceso de duelo (cambio de casa, dejar el trabajo, ir a otro lugar, etc.) no es recomendable, ya que las mamás no pueden pensar con suficiente claridad y podrían más tarde lamentarlo. Es importante que, a pesar del infinito dolor que están viviendo, no pierdan la noción que dentro de ellas hay un ser que necesita que estén bien. Deben preocuparse de su alimentación y de cuidar su cuerpo, ya que durante el proceso de duelo las mamás son más susceptibles de sufrir enfermedades que pueden como consecuencia afectar al bebé que viene en camino.

Como consejo importantísimo, se les recomienda que no se automediquen, sobre todo si están en el primer trimestre de su embarazo, debido a que algunos medicamentos ofrecen efectos directos en nuestro organismo y pueden provocar alteraciones y malformaciones muy graves en la salud del bebé. Deben darle la oportunidad a su pareja, familia y seres queridos de estar a su lado. Ellos tienen el deseo de ayudar y de alivianar su dolor, pero esto no sirve de nada, si las mamás no expresan y explican lo que les está pasando.

No deben preocuparse de lo que opinan los otros. Muchas personas, debido a la gran preocupación que sienten por ellas, tratan de operar como si ya la pena no existiera, pero deben recordar que cada persona presenta sus propios tiempos de sanación. No se presionen por sentirse bien… En muchas ocasiones deberán ignorar los intentos de algunas personas de decirles cómo deben sentirse y por cuánto tiempo. Se sentirán incomprendidas y solas en este proceso, sobre todo si se está embarazada, pero deben buscar las instancias de compartir con personas de confianza que les permitan estar mal y desahogarse sin miedo.

Las futuras mamás deben darse el permiso para sentirse bien. Todas tienen el derecho y no está mal que disfruten y vuelvan a reír, aunque sea por períodos cortos. El distraerse les hará bien y el reírse estimula la producción de endorfinas y, por tanto, disminuye la intensidad de los fenómenos dolorosos.

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Escrito para Facemama.com por Trinidad Gallego Coll, Psicóloga. Consulta Particular: 8 – 906 86 79. mail: [email protected]

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