¿Puede el recién nacido padecer de trastornos de piel?

Los bebés pueden presentar trastornos cutáneos normales, que no siempre significan enfermedad, pero que se pueden confundir con una patología.

Trastornos de piel del recién nacido.

El eritema tóxico

Es una erupción muy frecuente, que se da entre el 20 y 70% de los recién nacidos, siendo rara en los prematuros. No se conoce la causa, pero el pediatra de la Clínica Alemana, Raúl Corrales, asegura que es favorecido por el exceso de abrigo. Este síntoma se inicia entre el primer y el cuarto día, presentando cuatro tipos de lesiones, en combinación y número variable: máculas o manchas rojas, ronchas, pápulas y póstulas. Se pasan solas entre el séptimo y décimo día. No compromete plantas ni palmas. Generalmente, el diagnóstico es simple, pero la presencia de pústulas obliga a diferenciarlos de una infección más complicada.

La miliaria

Es una erupción vesicular producto de la obstrucción de los conductos por tapones. La retención de sudor es frecuente, mayormente en bebés prematuros. Se presenta de dos maneras: la cristalina o sudamina con vesículas claras de uno a dos milímetros como verdaderas gotas de rocío superficiales, y la miliaria rubra, frecuentemente caracterizada por la presencia de pápulas pequeñas, rojizas o pequeñas pápulas vesiculosas.

Se localiza, por lo general, en los pliegues: el cuello, las axilas, la frente, el dorso alto y las superficies de los brazos. Para tratarla se debe evitar el calor y la humedad excesiva. Usar ropa liviana y baños frecuentes.

El millium

Esta ocurre por una retención de material sebáceo en el aparato pilosebáceo. Son pápulas perladas pequeñas de uno a dos milímetros de diámetro, blancas o amarillentas, firmes, localizadas en las mejillas, la nariz, el mentón y la frente, de manera escasa o numerosa. Si se localizan en las encías o la línea media del paladar duro recibe distintos nombres como Perlas de Ebstein. Desaparecen en forma espontánea durante el primer mes. Se ve prácticamente en la mitad de los lactantes menores.

El acné neonatal

Es una erupción polimorfa con comedones, pápulas y pústulas, ubicadas principalmente en las mejillas. Se ve entre el 20 y 50% de los niños alrededor del mes de edad y, en general, es leve. Comúnmente existe un historial de acné en la familia y una tendencia a desarrollarlo en la pubertad. Desaparece fácilmente en unos meses y las cicatrices son excepcionales. Se piensa en transferencia de hormonas androgénicas maternas.

La dermatitis seborreica

Es un trastorno auto-limitado, benigno, del que no se conoce causa y que afecta áreas seborreicas. Aparece entre la segunda y décima semana, y se caracteriza por zonas de eritema asalmonado con descamación amarillenta untuosa en el cuero cabelludo, la cara, las áreas de los pliegues y el ombligo. En el cuero cabelludo puede haber una costra amarilla adherente llamada costra láctea. Desaparece en forma espontánea durante el primer año.

Falsa uña encarnada

Al nacer, la uña puede ser corta sobre un pulpejo digital desarrollado, suele verse en prematuros. Se corrige sin tratamiento a lo largo del primer año.

Lesiones vasculares del recién nacido

Las malformaciones vasculares como un hemangioma o el nevo flámeo, en su etapa inicial pueden parecer idénticos; no obstante, su pronóstico es radicalmente distinto. Los hemangiomas son los tumores benignos más frecuentes en el lactante; su incidencia es alrededor del 2% en los niños de término y algo mayor en los prematuros.

Aproximadamente, 70% se presenta al nacer y para el resto, entre la segunda y cuarta semana. Crecen e involucionan con el curso de la vida, por lo que se debe controlar periódicamente; los de localización peri-orificial y los de crecimiento rápido son de manejo dermatológico urgente.

Por el contrario, las malformaciones vasculares son un grupo de lesiones que se caracterizan por estar presentes al nacer en 95% de los casos; creciendo con el niño y sin involucionar durante la vida.

Mencionaremos sólo las capilares entre las que se destaca el Nevo Flámeo, que es el más frecuente; se presenta como una mácula o parche rosa pálido, de bordes netos, ubicado en cualquier parte del cuerpo. En la cara, por lo común, es unilateral y asimétrico, lo que permite diferenciarlo de la mancha salmón. No se le debe llamar hemangioma plano porque es una malformación y no un tumor.

Lunares en el recién nacido

El nevo o lunar melanocítico congénito es una lesión pigmentaria de color café oscuro o negro y algunas veces muy grandes. El 1% de los recién nacidos presenta este tipo de lunar o Nevo. Hay una clasificación arbitraria de acuerdo al tamaño: pequeños si es menor de un centímetro y medio, mediano si es de un centímetro y medio a dos, y gigante si es mayor de ese tamaño.

Existe también el lunar o nevo sebáceo que es una placa de tono amarillo asalmonado que, generalmente, se localiza con mayor frecuencia en la cabeza. En el cuero cabelludo es redondo u oval, de tamaño variable y sin pelo, y en la cara puede ser lineal. Solamente requiere observación, ya que en la pubertad puede tener algún riesgo de volverse maligno.

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