Comienza un nuevo rol: ¡Ser mamá!

Equipo Periodístico Facemamá

 Al tener un primer hijo, la mujer comienza con un nuevo rol de madre. Con esa adquisición, puede provocarse un problema de identidad, en la medida que la nueva mamá posterga las actividades o características que la identifican y se concentra solamente en atender a este nuevo ser que necesita toda su atención.

 

A esto puede sumarse que el contacto con el mundo exterior es escaso y ya no se está tanto tiempo con la pareja, las amigas o trabajando. La verdad es que acostumbrarse a la nueva vida puede ser un desafío a afrontar, no sólo física sino emocionalmente.

Algunas mujeres han registrado que es particularmente difícil sintonizar sus horarios con los del bebé, sobre todo si se sienten aisladas o marginadas del resto de las personas de su mundo, incluido el papá del bebé. Esta mezcla de emociones puede que lleve a la madre a desconocerse a sí misma, sentirse extraña, diferente y no precisamente a gusto con estos sentimientos.

 La visión de la sociedad

Pasado un tiempo, a estas emociones intensas se suma la complicación de retomar el trabajo y dejar de estar las 24 horas pendientes del bebé. En el lugar de trabajo es probable que le exijan mucho, como si nada hubiese cambiado para ellas. Esto es especialmente difícil, porque deben cambiar su mentalidad –el estado de conexión emocional exclusivo para el bebé–, y entrar en un nuevo orden, sin permitir que el exterior afecte su relación con el hijo.

En la sociedad actual esta integración se dificulta, porque se presiona a las mamás a abrir una brecha entre ser profesional y ser madre. Y al no existir muchos ambientes de trabajo donde se permita que la mujer lleve a cabo su maternidad, se acentúa esta barrera.

Algo similar sucede cuando las madres comienzan a salir con sus niños y se dan cuenta de que hay pocos lugares que estén adaptados para las necesidades de una mujer-mamá.

La perspectiva del mundo sobre un bebé está sesgada por su visión como adultos de lo que es “ser” un bebé. Intentar que un niño se adapte al mundo de los mayores no es realista. Cuando la mamá se encuentra con este tipo de visión, se acentúa la sensación de incomprensión y su separación con el resto del mundo.

Es importante que una nueva mamá busque marcos de referencia que se adapten a su rol. Esto se logra al crear vínculos con otras madres que estén en su misma situación, que tengan sentimientos afines. De la misma manera, los grupos de apoyo son muy efectivos, ya que permiten comprender que no se está sola en el mundo y que todo lo que implica ser madre no es un motivo de vergüenza o auto marginación, sino de orgullo y realización personal.


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