¿Qué hay detrás del mal comportamiento de los niños?

comportamiento de los niños

Como padres, fácilmente podemos comenzar a sentir preocupación, pánico o vergüenza en el momento en que vemos cualquier tipo de comportamiento de los niños que son desafiantes.

Las tradiciones de crianza convencionales nos dicen que este comportamiento de los niños no es socialmente aceptable. A veces nos preocupamos si nos estamos fallando a nosotros mismos o a nuestros hijos.

No pasa mucho tiempo antes de que nuestras mentes nos lleven a todo tipo de lugares, preocupándonos de cómo le irá a nuestro hijo en el mundo con tal comportamiento.

¿Cómo podemos al buen comportamiento de los niños?

Entonces, ¿cómo hacemos los padres para que nuestros hijos vuelvan a encarrilarse? ¿Volver al buen comportamiento que tanto apreciamos? ¿Qué hay detrás del mal comportamiento de los niños? Para hacer esto, primero podemos tratar de entender lo que realmente le está pasando a un niño que exhibe lo que prefiero llamar un comportamiento desafiante.

En términos simples, un niño que exhibe algún tipo de comportamiento malo se enfrenta a un desafío. Su comportamiento es en realidad un mensaje para nosotros. Es un síntoma que vemos.

Siempre hay una razón subyacente para que un niño se comporte mal o tenga un comportamiento fuera de lugar. La razón no siempre es la misma, así que echemos un vistazo a algunas de las posibilidades.

¿De dónde viene el mal comportamiento?

  • Un niño necesita conexión. Los niños anhelan la conexión, pero se conforman con la atención, y esto suele estar en el corazón del comportamiento desafiante, incluso cuando se pueden identificar otras causas.  La conexión humana es una necesidad natural. Necesitamos conexión tanto como necesitamos comida, agua, sueño o aire. Cuando los humanos se sienten conectados, se sienten escuchados, vistos, comprendidos, dignos e importantes a los ojos de otra persona. Es este saber lo que le permite a una persona sentirse segura en el mundo. Los niños tienen una necesidad especial de esto a medida que aprenden quiénes son y cómo importa su existencia. Cuando la vida ha estado ocupada, cuando los niños enfrentan tiempos nuevos, cambiantes o inciertos, su sentimiento de conexión a menudo los abandona. Estos momentos pueden ser fáciles de identificar como la llegada de un nuevo bebé, o apenas detectables para nosotros como padres; Papá se despidió… pero no me alborotó el pelo.  Cuando los niños no se sienten conectados, pueden ser víctimas de actuar de muchas maneras en un intento por conectarse.
  • El niño aún no tiene la información, la comprensión o el conjunto de habilidades necesarias. Según los expertos, el cerebro de un niño tarda muchos años en desarrollarse por completo. El mundo entero es un lugar nuevo y emocionante por descubrir. Para nosotros los padres, con nuestro cerebro adulto, a veces es difícil entender que esto incluye tanto: cada color, forma, olor, experiencia, sonido y más. Estos pueden parecer triviales para nosotros, pero para nuestro hijo son todos nuevos. Saber que nuestros hijos no han tenido mucho tiempo para aprender y comprender el mundo podría ayudarnos a poner las cosas en perspectiva para nosotros. Esto puede ser útil para permitirnos saber realmente que está bien reducir la velocidad y ayudar a nuestros hijos a desarrollar las habilidades que necesitan o la comprensión que les falta.
  • El niño no está contento consigo mismo. Cuando un niño se identifica como alguien que hace cosas malas o es una mala persona puede quedar atrapado en ese ciclo. Este es el niño que se ha desconectado de lo que realmente es. Han olvidado cómo conectarse con su propia bondad y/o han olvidado que incluso están ahí. Lo que creemos sobre nosotros mismos afecta absolutamente la forma en que nos comportamos durante el día. Para ser buenos, necesitamos saber que somos buenos.
  • Tienen razón Ok, esto puede ser difícil de digerir para nosotros los padres. Un niño que expresa su opinión o te llama la atención por algo que hiciste que en realidad estuvo fuera de lugar podría ser etiquetado como de mal comportamiento. A menudo, es porque no tienen mucho tacto. No son tímidos para llamar a su abuelo por usar una mala palabra o levantar el espejo para que veamos nuestras deficiencias. Tal vez hicimos una promesa y nos avisan cuando no la cumplimos. En resumen, son contundentes. Sus habilidades sociales no están refinadas, por lo que no saben cómo darnos esta noticia con delicadeza. Son ruidosos y, a menudo, orgullosos de sus descubrimientos.

¿Cómo responder bien cuando aparece el mal comportamiento de los niños?

Por las razones mencionadas anteriormente, cuando nuestro hijo muestra el llamado mal comportamiento, lo que en realidad nos está indicando no es que sea malo en absoluto sino que necesita nuestra ayuda.


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