Comportamiento agresivo en los niños ¿qué deben hacer los padres?

comportamiento agresivo en los niños

Los especialistas señalan que los niños peleadores, niños agresivos o con este tipo de conductas, son proclives a seguir con ellas cuando sean mayores. El comportamiento agresivo en los niños a veces resulta común entre los pequeños y los preescolares tiendan a pelearse por los jueguetes o por cualquier otra razón. A veces hasta resultan premiados en forma involuntaria por su conducta agresiva. Así por ejemplo, es posible que un niño empuje a otro, lanzándolo al suelo o arrebatándole su juguete. Entonces si el otro niño llora y se va el niño peleador o agresivo se sentirá ganador porque obtuvo el juguete.

Es importante que los papás identifiquen si esto se está repitiendo, de ser así, es posible que el niño pueda presentar otros problemas.

Causas del comportamiento agresivo en los niños

Un niño que tenga actitudes agresivas puede tener problemas para lograr un control sobre sus emociones, también es posible que haya sido testigo de violencia o víctima de abuso en la escuela o en su casa. Los especialistas señalan que los niños con este tipo de conductas, son proclives a seguir con ellas cuando sean mayores.

Además los niños que son expuestos a la violencia y a la agresión en forma reiterada pueden desarrollar estos comportamientos agresivos. Si un niño chico insiste en pelear o morder los papás tendrán que buscar ayuda psicológica.

Medidas para abordar a este tipo comportamiento agresivo en los niños

Ejemplo de comportamiento agresivo en los niños:

Dos niños, uno 5 y el otro de 3 años. El más grande está jugando con un auto de juguete y el menor se lo arrebata. Por tal razón, se originan peleas y gritos varios. El más chico grita y también patalea, puesto que desea el objeto. En este punto los encargados intervienen y le exigen al más grande que ceda el juguete al niño menor.

Con esta reacción sólo estarán reforzando en forma positiva que el niño menor patalee y grite siempre para obtener lo que quiere. Por ello el rol de los adultos resulta clave para controlar el comportamiento agresivo en los niños.

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