Dieta para niños con gastroenteritis o diarrea

Dieta para niños con gastroenteritis o diarrea

La gastroenteritis es una enfermedad intestinal provocada por una infección en el tracto digestivo que puede llevar a síntomas como diarrea, vómitos, náuseas, dolor abdominal y fiebre. En los niños, esta enfermedad puede ser especialmente preocupante debido a su vulnerabilidad y a la posibilidad de deshidratación.

En muchas ocasiones, los padres pueden encontrar dificultades para encontrar el mejor enfoque nutricional para ayudar a sus hijos a recuperarse de esta enfermedad. En este artículo, hablaremos sobre la dieta para niños con gastroenteritis o diarrea y cómo realizar un abordaje adecuado para ayudar en la pronta recuperación del niño.

Es importante destacar que, ante síntomas intensos o prolongados de gastroenteritis o diarrea, es esencial acudir a un profesional de salud, como un pediatra, para que se realice un diagnóstico adecuado y se prescriban los tratamientos adecuados.

Tratamiento nutricional para niños con gastroenteritis o diarrea

El tratamiento nutricional para la gastroenteritis o diarrea no sólo ayuda a evitar complicaciones, sino que también asegura una buena nutrición del niño para evitar la desnutrición, pérdida de masa muscular y otros problemas de salud.

Además, una dieta adecuada puede reducir los síntomas incómodos, como la diarrea, aliviando la incomodidad de los pacientes.

El tratamiento nutricional para niños con gastroenteritis o diarrea se divide en tres fases: restricción inicial de la ingesta, reintroducción gradual de los alimentos y la posterior transición hacia una dieta normal.

Restricción inicial de la ingesta

La primera y más importante regla para los niños con gastroenteritis o diarrea es la hidratación.

Los niños con esta enfermedad pueden perder líquidos y electrolitos, lo que les lleva a la deshidratación. Por esta razón, es fundamental proporcionar a los niños una buena hidratación para contrarrestar los efectos de la enfermedad.

La hidratación oral debe estar compuesta por líquidos ricos en electrolitos y azúcares sencillos, como suero oral, agua de coco o bebidas isotónicas. Es válido también incluir jugos de frutas naturales (no concentrados, ni artificiales) que sean ricos en potasio, como plátanos y papayas.

Para muchos niños, puede ser difícil beber cuando tienen náuseas o vómitos. En estos casos, puede ofrecer pequeñas cantidades de agua con frecuencia durante todo el día. La leche, los jugos concentrados y los refrescos deben evitarse, ya que pueden empeorar la diarrea.

La alimentación podría limitarse a líquidos durante las primeras 24 horas. Después de este período, es posible recomendar la alimentación con alimentos sólidos. Esto dependerá del tiempo de recuperación de cada niño.

Reintroducción gradual de los alimentos

Una vez pasado el período inicial de restricción de ingesta, se debe comenzar progresivamente con la reintroducción de los alimentos sólidos en la dieta del niño.

Los primeros alimentos a ofrecer deberían ser aquellos que no sean picantes, grasos, ni ricos en fibras y carbohidratos complejos, ya que estos alimentos pueden alterar el equilibrio intestinal.

Las comidas recomendadas en esta etapa son la sopa de arroz, vegetales cocidos, pollo hervido, papas, batatas, pasta, entre otros alimentos. Le recomendamos evitar alimentos como la leche, el queso y el yogur en esta fase.

Durante la segunda fase, es esencial irlimitando progresivamente los alimentos sólidos, verificando la tolerancia del niño. En resumen, hay que ir probando como el niño va reaccionado, ofreciendo alimentos de una manera escalonada y de fácil digestión.

Los niños que recién se recuperan de una infección de tracto digestivo también pueden tener dificultades para procesar la grasa. Por esta razón, se deben evitar comidas ricas en grasas y los alimentos fritos durante este período. En este punto, las comidas muy condimentadas también pueden aumentar la irritación del estómago.

Es importante hacer hincapié en ofrecer al niño alimentos de fácil digestión y con bajo contenido de fibra, para así no sobrecargar el sistema digestivo y acelerar positivamente el proceso de recuperación. Jugos de fruta natural (que no contengan fructosa agregada en su contenido), evitando bebidas gaseosas y embotelladas.

Transición hacia una alimentación normal

En la tercera fase, el niño puede seguir una alimentación normal. Pero, aún así es importante evitar alimentos ricos en grasas, picantes, fritos y comidas que contengan alimentos con alto contenido en fibra.

Se debe seguir proporcionando una alimentación balanceada, con carnes magras, frutas y verduras frescas, que contengan nutrientes indispensables para el crecimiento y desarrollo del niño.

Recomendaciones generales para la alimentación de niños con gastroenteritis o diarrea

  • Evita la leche de vaca.
  • Narinas nasales congestivas.
  • Evita mirar mucho la televisión; mejor distraerlos con libros, juegos, rompecabezas y películas suaves.
  • Ofrecer alimentos con alta calidad de nutrientes y energía, para su recuperación.
  • Incrementar la cantidad de líquidos que se ingieren.
  • Evita los jugos de frutas artificiales, pues contienen alta cantidad de azúcares y químicos nocivos para la salud del niño.
  • Educar al niño sobre la importancia de lavar sus manos después de ir al baño, y antes de las comidas.
  • Eliminar todo tipo de alimentos que no sean saludables.

Conclusión

Una alimentación adecuada es imprescindible para la recuperación de los niños que sufren de gastroenteritis o diarrea. La hidratación del paciente es fundamental para el proceso, una vez que el niño con frecuencia puede sufrir de deshidratación.

La elección de los alimentos es importante e ir evolucionando de manera escalada, para volver a una alimentación balanceada.

En conclusión, se deben ofrecer alimentos de fácil digestión y probados segun la tolerancia del niño. Es importante destacar que, ante síntomas intensos o prolongados de gastroenteritis o diarrea, es esencial acudir a un profesional de salud para un diagnóstico adecuado y se prescriban los tratamientos adecuados.


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