La Organización de Naciones Unidas (ONU) decidió que cada 5 de junio se celebrará el Día Mundial del Medio Ambiente, con el fin de que los jóvenes y adultos comprendan la importancia de preservar su entorno natural, algo indispensable para garantizar la vida de distintos seres en todo el planeta.
¿Por qué es importante que los niños cuiden la naturaleza? Según Akros Educational, ente de España, es indispensable que los pequeños comprendan lo que representa su entorno para evitar la contaminación. Eso garantizará que tanto ellos como sus descendientes puedan desarrollarse en un orbe que cada vez está más industrializado y requiere, en la medida de lo posible, de más pulmones vegetales.
«Los niños y niñas representan el futuro por lo que se les debe enseñar a desarrollar prácticas sostenibles que sean generosas con el medio ambiente, para poder preservar el mundo como lo conocemos», indicó.
¿Qué sucede con los infantes que cuidan el ambiente?
The Nature Conservancy afirmó que los chicos que enfocan sus esfuerzos en la preservación del ambiente, sobre todo a edades tempranas, tienden a convertirse en líderes y transformadores sociales.
Considera que el evitar que la gente arroje desechos a las áreas verdes, que son poco comunes en la actualidad, permitirá que todos los muchachos tengan espacios ideales para jugar al aire libre, algo que los ayudará a desarrollarse tanto física como mentalmente sin problemas.
Esto último permite que salgan, por algunas horas, de los mundos digitales y, por ende, reduce la posibilidad de que se conviertan en adictos a la tecnología. Además los espacios naturales llimpios les permitirán conocer más sobre la flora y la fauna.
«Acercar a los niños a la diversidad de la naturaleza -desde animales únicos hasta diferentes paisajes y climas- puede animarles a apreciar el mundo que les rodea y ayudarles a entender su lugar en él. Por ejemplo, visitar un río o un arroyo es una oportunidad no sólo para enseñarles a los niños el hábitat de los peces, sino para aprender de dónde procede el agua potable, uno de los recursos más preciados de la vida», explicó The Nature Conservancy.
¿Cómo incentivar a los niños a cuidar el planeta?
La ONU, que tiene su base en Nueva York, Estados Unidos, y anualmente celebra una asamblea general para tratar sobre los distintos problemas del orbe, instó a los padres a impulsar a sus hijos a la conservación del ambiente, pues según la institución ese es el primer paso para transformarse en buenos ciudadanos.
Aseguró que para lograr el objetivo, los progenitores deben llamar a sus descendientes a realizar lo siguiente:
- Reciclar. Es una actividad divertida que les permite a los chicos entender cómo reutilizar distintos materiales como plástico, vidrio y papel, ente otros, para impedir una sobreexplotación de los recursos naturales.
- Evitar el despilfarro. A los muchachos se les puede guiar para que no malgasten el agua y tampoco dejen bombillas encedidas de manera innecesaria, algo indispensable para conservar energía.
- Evitar la contaminación. Cuando un joven aprende que los empaques y desperdicios deben ser colocados en un recipiente para basura, se convierte en un agente anti polución, que es uno de los principales problemas de las ciudades industrializadas.
- Respeto. Una manera de hacer que un mensaje conservacionista llegue a las personas adultas es evitar, en la medida de lo posible, que los niños y adolescentes los insulten cuando no comparten sus puntos de vista sobre un tema.
- Preservar la flora y la fauna. Si los infantes saben por qué no se deben arrancar las plantas ni maltratar a los animales, podrán transformarse en defensores de derechos todos los seres vivos y mantener la armonía en el globo terráqueo.
La ONU, que llamó a los seres humanos a practicar el altruismo cada vez que se pueda, espera que la concientización del tema ambiental ayude a evitar la destrucción de la capa de ozono, que filtra los rayos ultravioleta emanados por el sol y es responsable de mantener temperaturas soportables en un mundo que alberga a múltiples personas en cinco continentes.
