¿Le debemos gritar a los niños?

Debemos gritarle a los niños

Hasta la mamá más tranquila, ha perdido la paciencia alguna vez, por nervios, incomodidad o molestia ante una mala conducta de los niños, expresando su enojo gritando al pequeño para reprender su comportamiento, y no somos quienes para juzgar, pero esta no es la forma correcta de corregirlos.

Somos seres humanos y solemos equivocarnos, sobre todo en la crianza de nuestros hijos, pues no se ha creado un manual personalizado de cada niño para entenderlos y educarlos no obstante, tratamos de hacerlo de la mejor manera.

Estamos seguras que a ninguna les gusta enfadarse y terminar gritándole a sus hijos, pero te has preguntado ¿qué pasa cuando incoscientemente hacemos de esta reacción un acto constante  y terminamos educando al niño a base de gritos?

¿Qué ocurre cuando gritamos a nuestros hijos constantemente?

¿Qué lleva a los padres gritar a los niños?

La Dra. Maribel Briceño, psicóloga clínica y psicoterapeuta comenta que: «Como profesionales de la salud mental podemos comprender que los niños en general pasan por situaciones que les pueden generar estrés o descompensación emocional… es decir, el niño se paraliza de miedo frente a situaciones nuevas o que le generan presión como pueden ser: las visitas al dentista, cambio de escuela, pérdida de un ser querido, peleas de los padres, muerte de una mascota, generando en ellos conductas o comportamientos inapropiados que pueden llegar a sacar de sus casillas a sus padres y a consecuencia de ello los padres pueden desesperarse y gritar a sus hijos»

¿Soluciona en algo el grito la conducta inapropiada del niño?

La desobendiencia, rebeldía, o malas conductas en los niños no se trata con violencia, impaciencia, intolerancia o irrespeto. Un grito cargado de ira seguramente no solucionará nada, y por el contrario generará en los chicos: inseguridad, temor y daños emocionales que muchas veces perduran hasta la edad adulta.

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