Cómo potenciar la felicidad en los niños

torta negra de navidad

La despreocupación, seguridad y tranquilidad son momentos que definen muy bien la felicidad, sin embargo, conseguir que los niños sean felices es uno de los principales objetivos que tenemos los padres, aunque a veces sea un poco complicado.

La felicidad en nuestro pequeños en un 50% se debe a factores genéticos, el 10% a las circunstancias vividas y el 40% restante a la actividad emocional que se puede controlar para ser aún más felices.

De acuerdo a la variedad de estudios, los especialistas han desarrollado una serie de actividades que potencian la felicidad en los niños. El trabajo que hay que realizar es fomentar la amabilidad, comunicación, integración y el trabajo en equipo.

Los factores que debemos reforzar son:

  • Amabilidad: Cuando los niños demuestran ser amables tienen una satisfacción y energía. Son mucho más cariñosos y tiene mayor aceptación social.
  • Dar las gracias: La gratitud otorga estabilidad mental y dignifica el crecimiento de los pequeños.
  • Ser positivo: Los niños que son criados en un ambiente positivo tienen más seguridad y creen en ellos mismos.

Los pequeños no deben decirles a otros pequeños “eres malo”, “eres llorón”, los animan a crear esa actitud. Hay que darle un justo valor a las cosas, no debemos permitir que los niños peguen, insulten o falte el respeto a otras personas.

Los niños más felices son aquellos que consiguen sus cosas por sus propios méritos. Cuando los chicos comienzan a mostrar independencia su autoestima, seguridad y confianza se potenciará. Asimismo, deben aprender a controlar sus emociones para resolver sus problemas, esto generará tranquilidad y armonía en su carácter.

Otros factores que ayudan a fortalecer la felicidad en los niños son:

  • Autonomía.
  • Desarrollo personal.
  • Recibir amor.
  • Valorar su entorno.
  • Ser receptivos.
  • Estar saludables.
  • Jugar, practicar deporte.

Un juguete o llevarlos a comerse una barquilla quizás le da a los niños una felicidad momentánea, pero no permanente, fomentemos en ellos el buen hábito, en todos los sentidos y criemos niños buenos y felices.

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