La familia, considerada la parte fundamental de la sociedad, requiere de actividades de esparcimiento para que cada uno de sus integrantes puedan compartir tiempo de calidad, algo que contribuye a su desarrollo piscosocial.
Médicos especializados en salud emocional, que cuentan con el aval tanto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), instan a los papás a fomentar acciones de diversa índole para fortalecer las relaciones entre los miembros del núcleo familiar.
«El mundo de los niños y las niñas se construye activamente desde las actividades recreativas, el juego y la diversión. Esto permite aprender nuevas habilidades y establecer un vínculo afectivo con sus adultos. Gracias a esto podemos ayudar a los infantes a comprender y sobrellevar distintas situaciones», explicó el psicólogo Jorge Escudero en una entrevista concedida recientemente a World Vision Chile.
Cuáles son las mejores actividades para realizar en familia
Grace College, portal de carácter educativo, dio a conocer algunas actividades que papás e hijos pueden desarrollar durante su tiempo libre con el fin de divertirse y compenetrarse más.
Entre las acciones que pueden desarrollar los individuos se encuentran las siguientes:
- Observar imágenes antiguas. Cuando los adultos les muestran fotos o videos viejos a los menores de edad y son capaces de explicar el contexto en el que se tomaron, regularmente se establece una relación de confianza entre las partes. Esto ocurre porque los niños se sienten intersados de conocer detalles sobre la juventud de sus padres.
- Mímicas. Es ideal para que las personas despierten su creatividad. Les permite imitar a personajes famosos de la historia o de películas. Esto convierte a la rutina en una bastante agradable.
- Apreciar el séptimo arte. Una noche de películas, que puede ser acompañada por cotufas, refrescos y pizzas, por mencionar algunos productos comestibles, puede servir de excusa para que los progenitores y descendientes compartan horas entretenidas. Los clásicos tanto animados como en acción real pueden servir para que todos comenten los mensajes aprendidos con el material audiovisual.
- Competencias familiares. Organizar torneos de fútbol virtual o utilizar juegos de mesa podrían ayudar a fomentar el espíritu de superación entre los involucrados, porque los insta a ser mejores para ganar las partidas. Todo esto contribuye a que tanto adultos como jovencitos sientan suficiente confianza para participar en este tipo de torneos.
- Deportes en casa. La colocación de un tablero de baloncesto, una de las disciplinas más populares del orbe, o entrenar fútbol en el patio de una casa constituyen maneras de realizar actividades físicas de manera entretenida para los individuos que «comparten un mismo techo».
- Canto de temas clásicos. Cuando se pone en marcha una tarde o noche de karaoke, en la que tanto grandes como pequeños son capaces de mostrar sus capacidades vocales para interpretar melodías famosas, es algo que no sólo los alegra y por ese reduce los niveles de estrés.
¿Por qué es importante tener tiempo de calidad familiar?
«Las investigaciones demuestran que el tiempo de calidad en familia tiene efectos beneficiosos para los niños y sus padres pues les proporciona mayor bienestar, así como sentido de pertenencia e influencia positiva en el desarrollo cognitivo, social y emocional. Eso será vital para su bienestar en el futuro», explicó Dinova, Organización No Gubernamental (ONG) en su sitio web.
Ricardo Colin, periodista del portal Dédalo, respaldó la opinión de Dinova, al punto de afirmar que «pasar tiempo de calidad con la familia es de suma importancia a nivel personal y emocional porque necesitamos una conexión emocional a través de conversaciones profundas, que expresen nuestro interés y afecto entre los miembros de un hogar con el fin de lograr conocernos y fluir en armonía como familia».
Todas esas ideas son apoyadas por la OMS que llamó a los papás a fomentar una sana relación con sus chicos, pues de esa manera asegurarán que se conviertan en seres emocionalmente estables, así como ciudadanos cuyas acciones en la adultez estarán basadas en el amor y el respeto.