Dolor de pechos en la lactancia

dolor de pechos en la lactancia

Muchas mujeres sufren de dolor de pechos en la lactancia, más si son madres primerizas y no conocen las técnicas, para tener una excelente lactancia.

¿Es normal sufrir dolor de pechos en la lactancia?

Algunas de las molestias son las siguientes: pechos hinchados o sensación de dolor por estar llenos de leche, sensibles cuando los tocas, pulsaciones y granulosos. Las molestias pueden extenderse incluso a las axilas y hasta te puede dar un poco de fiebre.

Si bien estas molestias les suceden a muchas mujeres hay otras que no las presentan. Así es que no te preocupes demasiado, en el peor de los casos serán solo transitorias.

¿Por qué sucede?

Esto sucede porque los pechos se están enfrentando a un trabajo único. Después de tres días aproximadamente de haber dado a luz, los pechos empiezan a producir leche en abundancia y se requiere que aumente el flujo sanguíneo y el tejido mamario se hincha, dando como resultado que los pechos se inflan, se llenan y duelen.

De todas maneras los efectos de la lactancia varían de una mujer a otra, a algunas mujeres se les llenan solo un poco los senos y en cambio a otras se les ponen enormes y duros. Puede ser que estas molestias se sientan más porque estás más sensible en el período del postparto, por su abnegada dedicación al recién llegado y el cansancio natural de haber dado a luz.

¿Qué puedo hacer si sufro de dolor de pecho en la lactancia?

Primero que todo debes saber que si te duelen e inflaman los pechos es porque tu cuerpo está produciendo la leche que tu hijo necesita. Con el tiempo, el cuerpo se adapta a las necesidades del bebé y se regula la producción de leche a una medida justa.

Pero mientras esto sucede te damos algunas sugerencias para aliviar las molestias:

¿Cuánto tiempo duran las molestias?

Afortunadamente son solo transitorias. Las molestias deberían disminuir en un plazo de 24 a 48 horas. Si no estás amamantando los síntomas pueden aumentar en vez de disminuir. Una vez pasada la crisis tus pechos se pondrán suaves aunque estén llenos de leche.

¿Puedo continuar amamantando?

Puedes y debes, por el bien tuyo y de tu hijo. Si no alivias la inflamación, dejando que tu hijo vacíe tus pechos, se corre el riesgo que la producción de leche disminuya de manera permanente. Es por esto que es fundamental que lo amamantes con frecuencia desde el primer momento, incluso inmediatamente después del parto. Debes estar atenta a las señales de si tu bebé tiene hambre, como cuando empieza a chuparse el puño o se pone inquieto. No debes esperar hasta que llore, porque llorará después de pasar hambre por un rato.

¿Se verá afectado mi bebé?

De ninguna manera, salvo por el hecho de que tendrás más ganas de darle leche tanto y tan frecuentemente como puedas.

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