Síndrome de Asherman: Causa, síntomas y tratamiento

Síndrome de Asherman

Una de las enfermedades comunes pero poco conocidas referentes a la fertilidad es el Síndrome de Asherman, afección caracterizada por la presencia de adherencias intrauterinas (tejido cicatrizado), causando la adhesión de las paredes anterior y posterior de la matriz o el útero, en forma total o parcial. Mientras más pegadas están las paredes, más grave el síndrome.

Causas

Principalmente, el síndrome es provocado por una lesión en el útero sin una curación adecuada, produciéndose cicatrices en la pared uterina. Generalmente ocurre debido a un raspado o legrado (ocurre en el 8% de los casos) efectuado luego de un aborto espontáneo, un aborto voluntario o una hemorragia después del parto. Después de tres raspados, el riesgo aumenta a 30%, de acuerdo a un estudio médico publicado por Balckwell Science en 1998.

Otra causa es una infección provocada por un dispositivo intrauterino, lo que podría llevar a la adhesión intrauterina, incluso a una tuberculosis genital.

Síntomas del Síndrome de Asherman

  • Menstruaciones irregulares, con poco sangrado o incluso con ausencia total de sangrado (amenorrea)
  • Dolor durante las reglas debido a que las adherencias impiden que los coágulos de sangre salgan del cuerpo de la matriz.
  • Sufrir un aborto espontáneo al principio del embarazo, debido a que las paredes del útero están pegadas y el embrión no se puede implantar.
  • Infertilidad.

Exámenes

En primer lugar se intentará detectar el síndrome mediante un procedimiento poco invasivo como es el ultrasonido transvaginal. Si no resulta en un diagnóstico claro, se efectuará un histerosalpingograma o HSG (radiografía uterina luego de la inyección de un tinte). Así es posible ver si las paredes de la matriz están normalmente separadas y las trompas de Falopio, abiertas.

En todo caso, el procedimiento más preciso es la histeroscopia, que consiste en introducir una microcámara por el cuello del útero para observar las paredes.

Tratamiento

Una vez seguro del diagnóstico, el profesional introducirá unos pequeños instrumentos en el útero, junto a la microcámara, para cortar y cauterizar las adherencias intrauterinas y separar las paredes.

Para impedir que vuelva a suceder lo mismo, en ocasiones se recomienda el uso de un dispositivo intrauterino para que las paredes uterinas se mantengan abiertas (dura 3 meses).

Otro procedimiento es utilizar una sonda que se infla en el interior del útero, durante 2 ó 3 semanas. Otra opción es prescribir estrógeno para estimular las células de las paredes de la matriz, de manera que no crezca el tejido que causa las adherencias.

¿Impide que se produzca un embarazo?

No. Pero puede ser más difícil quedar embarazada, y si eso ocurre, es difícil que el embrión se implante, produciendo abortos espontáneos.

¿Una vez curado el síndrome de Asherman, se puede concebir y concluir con éxito un embarazo?

Es difícil eliminar por completo el síndrome, ya que no se puede asegurar que las paredes del útero no se vuelvan a pegar. En la actualidad no se conocen las probabilidades que existen de una reaparición del problema.

¿Cuánto tiempo hay que esperar para volver a intentar concebir luego del tratamiento?

Depende de la gravedad de la enfermedad y del tratamiento recibido. Si se ha implantado un dispositivo intrauterino, se deberá esperar 3 meses hasta que se lo extraigan.

Si no se ha llevado a cabo ninguna terapia, es aconsejable esperar al menos 2 meses. Durante este período la mujer puede prepararse para el embarazo con medidas como hacer ejercicio, seguir una dieta, tomar ácido fólico, regular la ovulación, etc.

¿Debo pedirle a mi ginecólogo que descarte este síndrome si me cuesta concebir?

Si llevas más de un año tratando de quedar embarazada sin resultados, has tenido una cirugía o algún tipo de trauma en tu matriz, o presentas alguno de los síntomas antes mencionados, es bueno que consultes con tu médico sobre el síndrome de Asherman para llevar a cabo los exámenes.


miomas
Te puede interesar:

Miomas: Alrededor de un 25% de las mujeres fértiles los padecen