Las razones del por qué lloran los bebés pueden variar de acuerdo a sus necesidades. Como padres y más si son primerizos, abundan las dudas y desesperación al momento de no saber reaccionar ante el llanto de tu bebé. Cuando un niño llora es porque tiene hambre, necesita contacto físico o se siente mal. Hay bebés que son más sensibles que otros, por lo tanto debes estar atenta a las señales que él te brinda. Según expertos la mayoría de los bebés lloran bastante los primeros meses debido a los molestos cólicos, otros lloran porque necesitan sentirse protegidos y cerca de sus padres.
Para que los niños lloren menos lo primero que debes hacer es prevenir. Una investigación reveló que los bebés que son cargados durante tres horas al día en los brazos de los padres lloran entre un 40 a 50% menos que otros que no son cargados.
Llorar es el último recurso del bebé para manifestarse, lo ideal es anticiparse a las necesidades de los niños, aprender a identificar las señales de estrés y satisfacción con el paso del tiempo. Hay varios trucos para consolar y calmar a un niño, una alternativa muy beneficiosa y eficaz es tomarlo en brazos.
En el caso que tu bebé siga molesto e incómodo a pesar de aplicar varios trucos, lo mejor que puedes hacer es emplear el método “CALMS”, el cual tiene 5 etapas:
- Etapa 1: antes de tomar a tu bebé debes identificar cómo te sientes, toma un momento para reflexionar, calmarte y ver que las emociones en tu cuerpo estén equilibradas.
- Etapa 2: respira profundo, de acuerdo a la necesidad toma un vaso con agua, espera estar calmada y más centrada ya que tus emociones serán transmitidas al bebé.
- Etapa 3: escucha con atención cuando el bebé llora, detecta si es pena, dolor o frustración.
- Etapa 4: una vez que lo tomes en brazos, habla con el bebé. Ponlo delante de tu cara. Si llora todavía cuando le hablas, es porque tienen que decir cosas aún. Es posible que el bebé siga llorando y más fuerte, recuerda decirle siempre que lo entiendes.
- Etapa 5: Ahora puedes hacer gestos para calmar tu pequeño.
Este método favorece la relación de respeto y de confianza entre el bebé y sus padres. Si tu hijo llora mucho, aún cuando le tomaste atención y agostaste todas las posibilidades de molestias, es necesario consultar a su médico para saber cuál es la causa del llanto.