Cuál es la cuna adecuada para tu bebé

Hay muchos tipos para elegir y de todos los colores. Pero más allá de lo bonitas que puedan ser, debes fijarte en lo que realmente necesita tu bebé. En Facemamá.com te damos algunos consejos para que escojas la cuna que sea más adecuada para tu hijo.

Primero que todo, algunas cosas básicas: un recién nacido debe dormir en una superficie poco elástica y con un mínimo desnivel en su cabeza. Es por esto que lo mejor es acostumbrarlo a dormir sin la almohada desde el principio. Con el paso del tiempo va a ser él mismo quien puede empezar a pedirla.

Nada es más gratificante para los padres que observar a su bebé mientras duerme tranquilo, satisfecho y feliz. Dependiendo de las indicaciones del pediatra, dormirá boca arriba o de costado, siempre despertando sentimientos de ternura y bienestar.

Con respecto a la cuna, lugar donde el bebé pasará la mayor parte del tiempo, se debe elegir con criterio, teniendo presente que los huesos del pequeño son muy flexibles y no están calcificados totalmente todavía. Es por esto que no sufrirá si la superficie en la que le acuestas es dura, por el contrario, será bueno que tenga una base poco elástica para que no se deforme con su propio peso.

Existe una gran cantidad de modelos de cunas en el mercado, por lo que se debenconsiderar diferentes factores al adquirirla.

El material debe ser resistente, de madera o metal. Si es de madera, debes asegurarte de que no suelte astillas.

Revisa que la madera, metal, tornillos, pintura o revestidura no contengan elementos tóxicos.

El largo ideal para la cuna de un bebé es 130 cm de largo y 60 cm de ancho. Los barrotes deben estar a una distancia que no permita que el pequeño atasque su cabeza u otra parte de su cuerpo (alrededor de 6 cm).

La barrera de la cuna debe medir al menos 30 cm. Si se puede sacar, debe tener fijaciones de seguridad, ya que al jugar el pequeño puede hacerla caer y dañarse.

La cuna debe ser estable, tanto en su estructura como en su peso. No puede permitir que un niño más grande se cargue en ella y la de vuelta. No debe contener ninguna punta o zona en la que el bebé pueda golpearse y herirse. Las cunas modernas traen protecciones, y ten en cuenta que no se deben ubicar bajo estantes o zonas en las que algo pueda caer.

La almohada no es necesaria

Los bebés tienen la cabeza más grande en proporción al resto del cuerpo. Por eso, aunque lo coloquemos de costado, el hombro no podrá apoyarse correctamente. Al ponerle una almohada se fuerza la curvatura natural de su cuello.

De igual manera, una almohada excesivamente grande puede provocar una asfixia, ya que al voltearse, podría quedar boca abajo y respirar su propio anhídrido carbónico,sufriendo un posible trastorno respiratorio. Sería lo mismo que ponerle una bolsa de plástico sobre su cabeza. Si el niño tuviera un resfrío y la nariz obstruida, el uso de la almohada le podría producir, en un caso extremo, un estrechamiento de la tráquea, acentuando aún más la obstrucción. Es recomendable colocar una toalla bajo el colchón para elevar el cuerpo en su totalidad y no sólo la cabeza.

Al cumplir los 2 años, el niño puede pedir una almohada. Esto será por su deseo de imitar las costumbres de los papás.

Los médicos aconsejan prescindir de la almohada en los primeros meses de vida. Si el niño reclama, puedes darle un apoyo para su cabeza al dormir de costado, para evitar un giro exagerado de las cervicales que a la larga producirá molestias.

Cuando el niño esté más grande, la almohada puede llegar a proporcionarle seguridad, y convertirse en una de sus prendas preferidas a las que aferrarse.

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