Cuando un bebé nace, este es pesado y medido para tener un referencia de cuál serán sus avances desde ese momento.
Al transcurrir algunos días este suele perder algo de peso, lo que genera inquietudes a los padres por no saber si esto es normal o no. Pues esta situación es completamente normal, ya que forma parte del proceso de adaptación del bebé en su nuevo ambiente de vida, por eso lo padres no deben preocuparse ante esta situación.
Los niños suelen perder entre el 7% y el 10% de su peso corporal tras pasados sus primeros días, pero luego lo recuperarán poco a poco a partir del decimo día de vida.
Pero ¿Cuáles son las razones de esta pérdida de peso?
Esto se debe esencialmente a tres causas:
- Pérdida de Líquido; Al momento de orinar, el bebé pierde una gran cantidad de líquido que trae al nacer y por eso que suele perder peso.
- Expulsión del meconio; el meconio es la sustancia viscosa, oscura y pegajosa que bota el bebé a través de su primera defecación, este se produce por todo lo que ha ingerido el niño mientras se encontraba en el vientre de la madre, como por ejemplo, restos de células de la pared intestinal, de piel y también liquido amniótico.
- Se alimenta poco; Durante el proceso en el que el bebé estuvo en el vientre, recibió de manera constante alimentos a través del cordón umbilical y una vez nacido tiende a comer menos, debido a que en muchas ocasiones tardan en acostumbrarse a su nuevo método de alimentación, puede ser que se queden dormido antes de terminar de tomar pecho, mamando menos de lo que debe o también puede que se quede dormido dejando pasar la hora de comida.
Recuerda que en cualquiera de los casos expuestos anteriormente tu bebé estará sujeto a la pérdida de peso, pero esto será momentáneo, ya que, pasados los días podrá recuperarlo poco a poco.