¿Cómo será tu hijo al nacer?

Cómo será mi hijo al nacer

Todo papá o mamá se pregunta “¿Cómo será mi hijo al nacer” “¿Tendrá mis ojos?” “¿Tendrá la nariz de la mamá o del papá?”.

Sólo en el momento del nacimiento –y en realidad algún tiempo después– podemos verlo y comenzar a identificar claramente sus rasgos, su sonrisa, su color de ojos o sus gestos.

Todos estos aspectos están determinados por el ADN.

¿Qué es el ADN?

Es una doble cadena espiral que guarda la información genética de un ser humano. Está constituida por unos 30 mil genes y se organiza en cromosomas.

Al momento de la concepción, los 23 cromosomas del óvulo de la madre se juntan con los 23 cromosomas del espermatozoide del padre. La combinación de 46 cromosomas que se da como resultado es única; ningún otro ser tiene un ADN igual a otro, con la excepción de los gemelos idénticos.

 

¿Por qué el bebé se parece más al padre que a mí? (o viceversa)

Esto ocurre porque algunos genes son más dominantes que otros.

– El color de los ojos: La pigmentación de los ojos depende del gen dominante; los ojos oscuros tienen un carácter dominante y los claros un carácter recesivo. Por lo tanto, si el papá tiene los ojos café y la mamá, azules, lo más probable es que el bebé los tenga café. Si los 2 tienen los ojos del mismo color, entonces el bebé heredará ese color, si bien a veces los genes de los antepasados pueden influir también.

– El color de la piel: Sucede lo mismo que con la pigmentación de los ojos. La piel morena es dominante frente a la piel más clara.

– La estatura: Aunque muchas veces la altura es determinada por los padres, no depende 100% de la genética, ya que hay otros factores que inciden en la estatura como la nutrición o enfermedades a las que se vea expuesto el niño.

– La capacidad intelectual: Aunque en este aspecto hay opiniones divididas, estudios recientes señalan que la inteligencia de una persona está influida por la educación y el ambiente en el que se desarrolla, más que por factores hereditarios.

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