De seguro estás feliz de ir a casa con tu bebé al fin, pero es muy probable que estés adolorida. Es comprensible, ya que luego de salir del hospital viene un periodo de recuperacion que toma un tiempo. Con frecuencia, los médicos recetan analgésicos para el dolor. Ten presente que si estás dando pecho no debes tomar aspirina ni ningún remedio que contenga ácido acetilsalicílico.
Es común también que durante este tiempo sufras de estreñimiento; para lo cual quizás te prescriban ablandadores de heces. Es importante que tomes mucha agua para combatirlo. En cuanto a la herida, gradualmente verás que cicatrizará, aunque pueden persistir los malestares por varias semanas.
El sangrado y el flujo vaginal irán disminuyendo, por lo general hasta que cumplas 1 o 2 meses en casa. No sólo será menos abundante, sino que pasará de rojo intenso a rosa, amarillento o blanquecino. Al principio será consistente como una menstruación, pero al cabo de unos 4 días aminorará. Si esto no sucede, acude al doctor.
Otras señales de peligro que requieren una llamada al médico son:
- Coágulos sanguíneos con dolor severo o persistente.
- Sensibilidad y sensación de calor en un área de la pierna, o hinchazón en una de las extremidades inferiores.
- Inflamación, supuración o cambio de color y temperatura en la zona de la incisión.
- Fiebre, aunque la herida no manifieste alguna característica preocupante.
- Secreciones vaginales con mal olor.
- Dolor o ardor al orinar, o bien una orina oscura, escasa o con presencia de sangre.
- Necesidad frecuente o incontrolable de orinar, aun cuando no hay orina, puede ser un signo de infección.
Qué puedes hacer
- Es importante descansar, así que siempre que el bebé logre dormirse hazlo tu también. Es normal que debido al esfuerzo físico que demanda el parto y la pérdida de sangre que se extenderá hasta la cuarentena generen agotamiento, así que lo ideal es no esforzarte demasiado dormir pequeñas siestas.
- Durante el postparto deja que te ayuden, pareja, familiares y allegados pueden darte una manita.
- Una alimentación a base de legumbres, verduras frescas, frutas de temporada, huevos, carnes blancas, pescado y cereales integrales son alimentos que no te pueden faltar; además de agua, zumos y preparados vegetales traerá grandes beneficios.
- No olvides ingerir calcio, hierro y ácido fólico, sobre todo si das pecho.