Entre los diferentes tipos de parto tenemos el llamado parto en cuclillas el cual se considera la formas más natural de dar a luz, esta técnica era muy utilizada en la antigüedad, sin embargo, hoy en día han cambiado considerablemente las costumbres sociales y los avances tecnológicos y la medicina optó por cambiar las formas del parto.
El parto en cuclillas se considera mucho más natural y humanizado donde la futura mamá tiene el derecho de elegir qué posición se le hace más cómoda para traer a su bebé al mundo, este tipo de parto ofrece un sin fin de beneficios y nosotras te lo vamos a describir a continuación.
¡Es mejor vertical que horizontal!
Cuando se habla de parto lo primero que se nos viene a la mente es una mujer acostada boca arriba con las piernas abiertas y pujando ¿o no? y no está mal porque esta es la imagen que todos conocemos del parto, es la forma en como miles de mujeres han traído al mundo a sus hijos.
Sin embargo, esta no se considera la postura natural para dar a luz a un bebé, ya que la forma instintiva de dar a luz es que la futura madre adopte una posición vertical donde podrá tener mucho más control de su cuerpo.
Se considera contraproducente los partos horizontales ya que las dilataciones se hacen más lentas, la expulsión del bebé se ralentiza por lo que le exige a la madre un mayor esfuerzo para la salida del bebé y lo mismo ocurre con la expulsión de la placenta. Además el parto de forma horizontal genera más angustia en la madre ya que no puede ver lo que está ocurriendo abajo, solamente imagina y esto hace que la mujer sufra más y se desespere.
Ventajas del parto en cuclillas:
- El feto sufre menos riesgos y tiene más oxígeno.
- La fuerza de gravedad actúa a favor de la mujer.
- El dolor disminuye, por lo tanto no requiere de tomar analgesicos.
- Reducción de malas posiciones fetales.
Desventajas del parto en cuclillas:
- Puede producirse un aumento del sangrado.
- El periné de las mujeres primíparas puede sufrir más lesiones en esta posición.
- hay mayor porcentaje de desgarros de segundo grado.
- Para mantener el control del cuerpo es necesario no consumir ninguna anestesia.