El bullying en tiempos de pandemia: ¿Tranquilidad en casa o ciberbullying?

ciberbullyng

El acoso escolar o bullying como lo hemos explicado anteriormente en Facemama, es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre estudiantes de forma repetida a lo largo de un tiempo determinado tanto en el aula, como a través de las redes sociales como cyberbullying. Muchas veces llegamos a pensar que esto podría acabar si tuviésemos a nuestros hijos protegidos en casa, pero la realidad es muy distinta, por ello traemos este artículo para ti.

De acuerdo a estudios realizados por especialistas en el tema, hasta el momento se han observado y caracterizado 6 tipos de bullying, dándose frecuentemente situaciones de varios prototipos de acoso contra la misma víctima durante mucho tiempo, pudiendo ser meses o todo un período escolar e incluso por varios.

En la actualidad, esto es un problema que se da con frecuencia en las aulas a nivel mundial y que en ocasiones es difícil de detectar, no solo porque  tenga lugar lejos de la presencia física y visibilidad de los adultos, sino porque tiende a transformarse.  Pero, por la pandemia nuestros hijos no están en el colegio o escuela, entonces ¿qué está sucediendo? Resulta que  hoy en día es el caso del ciberbullying, que aprovecha las nuevas tecnologías para amplificar los actos de humillación a la víctima preservando, además, el anonimato de los acosadores.

 A continuación te explicamos detalladamente sobre el  tema.

 Ciberbullying o bullying cibernético

Con la integración de las nuevas tecnologías, cada vez es más frecuente este tipo de acoso, que es muy grave y preocupante por la gran visibilidad y alcance que se logra de los actos de humillación contra la víctima y el anonimato en que pueden permanecer los acosadores.

Toma en cuenta que los canales a través de los cuales puede ocurrir son muy variados, desde mensajes de texto en móviles, tablets y ordenadores,  páginas web y blogs,  juegos on line, correos electrónicos, chats, encuestas on line de mal gusto,  redes sociales, hasta la suplantación de identidad para poner mensajes, entre otros.

También debes saber que el contenido de este acoso, conlleva típicos insultos a montajes fotográficos o de vídeo de mal gusto, imágenes inadecuadas de la víctima tomadas sin su permito, críticas respecto al origen, religión, el nivel socioeconómico de la víctima o de sus familiares y amigos. En él todo vale con el fin de humillar a la persona a quien se quiere hacer daño.

 Además, independientemente del tipo de bullying, el perfil del acosador suele ser el de una persona físicamente fuerte, impulsiva, dominante, con conductas antisociales y con una ausencia total de empatía con sus víctimas.

Imagínate si el buylling es complejo en un escenario “normal”, ahora lo es más debido al confinamiento con altas dosis de estrés o aburrimiento, ya que puede llevar a que niños o adolescentes hagan un uso inadecuado de las redes sociales y  a que sus condiciones de salud mental puedan verse agravadas por ese acoso.

Cabe destacar que en la pandemia de Covid-19, es mayor número de niños y adolescentes usan plataformas digitales,  no solo para uso personal de entretención sino además,  con fines educativos y con ese mayor uso de teléfonos inteligentes y redes sociales, se eleva también la probabilidad de acoso escolar en modalidad on line o bullying cibernético.

Así mismo,  se conoce que el ciberbulying ha existido durante mucho tiempo, pero durante este año vivimos una situación que a todos tomó por sorpresa, la pandemia y el confinamiento. Todo esto que enfrentamos, la situación actual, con alta dosis de estrés o aburrimiento, puede llevar a que los niños o adolescentes hagan un mal uso de las redes sociales, se exponen más, bien sea mostrándose mucho, mostrando todo lo que hacen, o involucrándose con personas que no conocen, lo que aumenta el riesgo de sufrir algún tipo de acoso a través de las redes.

De igual forma, debes reconocer que el estrés y las condiciones de salud mental pueden verse agravados por el acoso cibernético, particularmente entre aquellos que han experimentado abuso emocional. Para ayudarte a enfrentar y solventar esta situación te traemos las siguientes recomendaciones:

1.- Padres y adultos responsables, no pueden dejar a los niños independientes en el uso de internet, entre los 10 y 14 años sobre todo,  tenemos que estar presentes, saber qué redes tienen, con quiénes se juntan, tener acceso a los chat. Es llevar el control de lo que ven y escuchan, a quienes siguen, ya que, los niños no tienen el autocontrol todavía desarrollado y no entienden los peligros que hay a su alrededor.

2.- Es importante supervisar el tiempo y destino del uso de la web, así como tener una buena comunicación con los hijos, esto es fundamental. Además de la formación y confianza en la relación de padres e hijos, para que ellos cuenten o consulten cuando se puedan ver enfrentados a una situación como la mencionada.

3.- Conversa con tus hijos para que veas qué amistades tienen. La amistad es un factor protector ante agresiones. Los padres debemos preocuparnos cuando los niños son solitarios, ya que significa que no está siendo parte de las relaciones de su contexto.

4.-  Hay que educarlos. Con esto nos  referimos a explicarles, aunque parezca obvio, en que no se puede agredir a nadie, ni por sus bienes, ni físico, por su rendimiento o por lo que sea.  Aplica tanto para víctima como victimario, hablarle sobre nuestras diferencias, y que nada justifica que se agreda a otro.

5.- Los adultos no siempre deben hablar con los padres del niño o adolescente agresor, ya que esto aumenta el conflicto. Debes entender que los conflictos son parte de la realidad humana y lo que para ti tiene un significado para otros puede ser diferente, todo depende de la educación que recibieron en su hogar cuando eran pequeños. Finalmente, recuerda que el bullying  y ciberbullying se agudizan en una sociedad competitiva, por ende hay que aumentar y enseñar la tolerancia, el reconocimiento a la diversidad. Se trata de un cambio cultural que no es tarea solo del colegio o escuela, sino que además los padres jugamos un papel fundamental como los primeros formadores de valores en el hogar. Lo importante es que se entienda que la situación es compleja en los dos casos tanto en el agredido como en el agresor.

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