Niño de 27 meses

Niño sentado en el suelo

Cada día está más grande y ves nuevos avances, tu hijo gradualmente irá controlando sus movimientos y muchas cosas que te sorprenderán. Te contamos lo que puedes esperar en un niño de 27 meses.

Tu pequeño poco a poco ha comenzado a controlar cómo se mueve. Sostiene cosas chicas, juega con ellas y arma o desarma torres de bloques. También puede concentrarse por más tiempo o por períodos más largos.

A veces estará tan entretenido apilando y ordenando que se enojará si le interrumpes. Puedes advertirle por adelantado que puede jugar con los bloques cinco minutos más, pero que luego es hora de comer, para que te sea más fácil que te obedezca. Es mejor darle algunos avisos con anticipación que insistir bruscamente en que termine de jugar.

Se debe tener en cuenta que a esta edad, el comportamiento de muchos niños presenta un cambio drástico, lo que a menudo se manifiesta en frecuentes rabietas. Puede sentirse molesto consigo mismo y con sus padres al tiempo que trata de lidiar con sus sentimientos contradictorios.

Durante esta fase, los padres no tienen que darse por vencidos ni permitir que sus hijos les doblen la mano. Deben ser firmes pero a la vez tratarlos con amor, así el niño poco a poco se irá adaptando y creciendo acorde a su edad.

Viviendo la maternidad

Si con tu pareja están planeando tener otro hijo, te recomendamos que tengas en cuenta cómo puedes ayudar a tu primogénito a aceptar al nuevo ser. Si la diferencia de edad es muy notoria, el bebé verá a su hermano mayor como a alguien que lo puede proteger y además tendrá un héroe a quien imitar.

También puede producirse cierta competencia por demostrar quien es el mejor. Quizás el mayor envidie los privilegios del menor o compite por lograr más atención y aprobación de los padres. A su vez, puede que el menor intente imitar las habilidades por las cuáles el grande recibe atención, pero al no lograrlo, termine frustrándose y haciendo una pataleta.

Puede que al principio cueste un poco que se relacionen, pero con el tiempo se irán acoplando hasta convertirse en los mejores amigos en las buenas y en las malas.

Trucos de mamá y papá

Si eres de aquellas madres que no le pones problemas a tu hijo cuando no se come toda su comida, porque en realidad lo haces tú, acá te dejamos un truquito para que de verdad se la termine de comer.

La clave es hacer que él se enoje contigo cuando te vea comiendo de su plato. Entonces, en ese momento preguntarle: “¿me como yo tu comida?” Verás que vuelve a comérsela rápidamente.


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