Mamás y profesionales de medio tiempo, ¿es posible?

mujer

Hay muchas mujeres que se desarrollan en el ámbito profesional y que cumplen con su papel de mamá a la vez. ¿Cómo lo hacen?, quizás te preguntes. Esta información te dará algunas pistas para ser mamá y profesional en este sistema actual.

Lidia con la culpa

Este punto es relevante, ya que al trabajar dejas de ser mamá de tiempo completo (y tampoco puedes ser la profesional que eras antes). Además, si trabajas fuera de casa, es difícil separarte de tu pequeño, dejándolo en otras manos. Debes poder manejar los sentimientos de culpa, delegando en ciertos momentos el cuidado del niño a personas de confianza, tendiendo presente que esas emociones no le harán ningún bien a tus hijos. Tampoco es bueno el querer compensar la ausencia con darle al niño todos sus caprichos, pues terminarías malcriándolo.

Lo que en realidad afecta a los niños no es que las mamás trabajen, sino la falta de atención y el no disponer de tiempo para ellos. Dedícales el tiempo que merecen y ten claro que habrá veces en que tendrás que priorizar tu familia por sobre tu trabajo.

Apóyate en tu pareja

No tienes por qué hacer todo sola. Si tienes una pareja pueden repartirse los quehaceres domésticos y las labores de crianza. De esta forma, a ambos les será más fácil cumplir con sus roles y podrán turnarse para las reuniones escolares o para ayudar con las tareas de los niños.

Y si eres una mamá soltera, no tienes por qué aislarte, busca el apoyo de tus padres, amigos o de otras mamás que conozcas.

Acomoda los horarios

Algunas madres disminuyen su carga de trabajo, reduciendo la cantidad de horas semanales o trabajando menos días. También está la opción de trabajar desde casa.

Asegúrate de disponer de tiempo para tu familia, tus obligaciones profesionales y también algo para ti. No olvides que el descanso es necesario. Así serás una mamá equilibrada, realizarás tus proyectos personales y tendrás una conciencia tranquila.

 


maceración de la piel
Te puede interesar:

Maceración de la piel en la lactancia ¿cómo reconocerlo?