La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida. Los beneficios para el bebé incluyen una mejor inmunidad, menor riesgo de infecciones, menor probabilidad de desarrollar alergias, obesidad y enfermedades crónicas.
Para la madre, la lactancia reduce el riesgo de cáncer de mama y ovario, osteoporosis y diabetes tipo 2, además de promover un vínculo especial con su hijo.
Posiciones de amamantamiento
Existen diversas posiciones para amamantar: tradicional, cruzada, acostada, de fútbol americano… Experimentar con ellas te ayudará a encontrar la más cómoda y eficaz para ti y tu bebé. Una buena posición permite un agarre adecuado del pezón y reduce la incomodidad para ambos. La clave es la comodidad y la eficacia en la succión del bebé.
Alimentación materna
La alimentación de la madre durante la lactancia es crucial para la producción de leche de calidad. Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, proteínas y líquidos, es fundamental. Asegúrate de consumir suficientes calorías para cubrir las necesidades de tu cuerpo y la producción de leche. Es importante evitar el consumo excesivo de cafeína y alcohol.
Desafíos comunes: Superando obstáculos
La lactancia materna puede presentar desafíos: pezones agrietados, producción de leche insuficiente, mastitis… Es importante buscar apoyo de profesionales de la salud, grupos de apoyo a la lactancia o asesores certificados. La información y el apoyo adecuados pueden marcar la diferencia en la experiencia de la lactancia.
Lactancia y trabajo: Una integración posible
La lactancia materna y el regreso al trabajo pueden ser compatibles. La OMS recomienda la lactancia materna a demanda, incluso después de la incorporación al trabajo. Planifica con antelación la extracción de leche y el almacenamiento adecuado. Investiga sobre las políticas de tu empresa y tus derechos en relación con la lactancia materna.
