Inflamación de ganglios linfáticos del bebé

Durante la edad infantil es frecuente que los ganglios linfáticos se inflamen, pero no debe ser motivo de alarma. La inflamación indica que existe una infección y ayuda a combatirla.

Es posible detectar unos bultos pequeños en el cuello de su hijo. Al palparlos talvez el pequeño se queje porque esta zona esta especialmente sensible. Piense que lo más probable es que se trate de los ganglios linfáticos, que han aumentado de volumen para que nos percatemos sin dificultades de su presencia.

Normalmente, su pequeño tamaño (similar a una lenteja) hace que no sean palpables o visibles externamente, pero a veces “crecen” durante unos días.

La misión de los ganglios linfáticos repartidos por todo el organismo es advertir la entrada de los gérmenes, formar anticuerpos con los que combaten la infección e impedir que esta llegue a la sangre.

Durante la infancia, las numerosas infecciones que sufre el pequeño hacen que sea frecuente la inflamación de los ganglios. Por ello no hay que alarmarse al observar ese síntoma en cada hijo.

Por infecciones comunes

En el caso de los niños, los ganglios que mas suelen inflamarse, son los situados en las zonas laterales del cuello o en la parte posterior de la cabeza, ya que las infecciones mas comunes son las que afectan a las amígdalas, las adenoides y el oído.

Todos los trastornos que provocan inflamación de los ganglios son benignos, excepto la Leucemia o un Linfoma pero en estos casos el volumen que alcanzan es mayor, dura más y en la palpación las características son bien diferentes.

¿Cuándo deben preocuparnos?

Algunos signos de alarma:

  • El ganglio es muy sensible al tacto
  • Tiene un tamaño mayor de 2 cm. de diámetro
  • Sigue siendo mayor de un cm. después de un mes
  • Se observan líneas rojas que van hacia el ganglio o la piel que lo cubre esta enrojecida.
  • El niño no está del todo bien o tiene fiebre persistente, inexplicable.
  • No se conoce la causa de la hinchazón del ganglio
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