La memoria de los bebés

memoria de los bebés

Los pequeños nacen con una estructura cognitiva que les permiten procesar todos los estímulos que reciben. Los sentidos, especialmente la vista y el oído, recogen la información de su entorno y la envían al sistema nervioso central. Luego la almacena para cuando la necesite, así él comienza a recordar y se empieza a formar la memoria de los bebés.

Los sentidos son un canal de entrada para los estímulos que rodean al pequeño. Durante el primer año la memoria se desarrolla lentamente, la información que recibe del entorno provoca sensaciones y percepciones. Por cada acción vas dejando una huella a través de ciertas cosas:

  • Cuando tu pequeño ajusta los horarios de su comida
  • Reconoce a las personas y objetos en su entorno
  • Se mueve para mirar hacia abajo cuando tira algo al suelo
  • Busca juguetes escondidos
  • Se asusta al ver a personas que no conoce
  • Imita gestos

El reconocimiento requiere de menos esfuerzo, se utiliza desde los primeros meses de vida. A los pocos días los bebés son capaces de reconocer estímulos simples. El contacto seguido con las mismas personas, objetos o situaciones hace que el pequeño comience a separar algunas regularidades de las situaciones, así construirá sus primeros esquemas.

Desde los cuatro años el pensamiento está organizado para recordar experiencias del día a día o historias fáciles. Son capaces de contar secuencias que son habituales para ellos. Hasta los seis o siete años son capaces de elaborar historias desordenadas, ya que durante esta etapa comienzan a utilizar la habilidad de recordar, organizar la información y planificar algunas actividades.

La memoria se relaciona con los conocimientos. Un pequeño menor de 5 años actúa de manera casual, de acuerdo al resultado consolidará sus rutinas y memorizará o desechará los procedimientos. De esta manera va archivando datos y vivencias, el recuerdo será más eficaz de acuerdo a las estrategias que se realicen para retener información como:

  • La repetición.
  • La organización de los datos en categorías.
  • La elaboración de los mensajes cuando carecen de significado para el aprendiz.

Cada pequeño cuenta con su memoria particular. No todos cuentan con la misma capacidad para memorizar. Algunos recuerdan fechas, mientras otros son mejores para los idiomas. Otros tienen memoria visual o auditiva.

Sin embargo, hay algunas características que coinciden:

  • La memoria infantil es especialmente plástica, es visual por ello en esta etapa dibujan mucho más.
  • Los pequeños recuerdan mejor los dibujos que las palabras.
  • Los cuentos los recuerdan si hay una escenificación con objetos.

Además hay otros factores que influyen en la memoria de los bebés como:

  • Curiosidad y la capacidad de observación
  • Atención y concentración
  • Motivación
  • Emociones
  • Conocimientos previos
  • Comprensión y el dominio del lenguaje
  • Razonamiento lógico
  • Interacciones sociales

Desde muy corta edad los pequeños son capaces de contar sus experiencias, pero los adultos no son capaces de recordar hechos antes de los tres años. Este olvido ocurre por no tener las estrategias para almacenar las experiencias.

Estos archivos están guardados y han ejercido influencia determinante sobre su futura vida. Si se guardaron en forma de imágenes o sensaciones corporales en lugar de palabras, son más difíciles de recordar.

Ejercicios para la memoria de los bebés

  • Fomentar las actividades a través de los sentidos. Hay que hacer que se note todo lo que lo rodea.
  • Para el desarrollo del lenguaje se puede fomentar a través de los sonidos, canciones y cuentos asociados a los gestos que representen acciones.
  • Llevar a la práctica lo que va aprendiendo, de forma que promueva su curiosidad intelectual.
  • Fortalecer su habilidad motriz como desplazarse, usar, manipular, agrupar objetos y materiales.
  • Potenciar las relaciones sociales.
  • Si tu pequeño no se interesa por estas actividades, lo mejor es intentarlo más adelante.

 


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