Los accidentes domésticos son probablemente uno de los sustos más grandes que sufren los padres en el hogar, algunos especialistas indican que estadísticamente los riesgos más frecuentes de accidentes en casa se encuentran en niños de 0 a 6 años.
Las caídas y cortadas pueden ser una de las cosas más alarmantes para una mamá, sobre todo si es madre primeriza, debemos tener en cuenta que los huesos de los bebés durante sus primeros tres años de vida no se fracturan tan fácilmente como los de un niño mayor a 5 años, las cortaduras por lo general sí pueden penetrar la dermis o epidermis de la piel.
¿Qué hacer ante esta situación?
- La madre debe permanecer en calma.
- Lavar la herida con agua o suero frío.
- Observar cuidadosamente qué tipo de herida tiene el bebé, de ser profunda es necesario limpiar los bordes y acudir inmediatamente al doctor.
- Para parar el sangrado puedes comprimir con una gasa o pañito esterilizado la herida.
- Heridas con cuerpos extraños (cristales, piedras, astillas) deben ser retiradas por un doctor, porque pueden quedar residuos dentro de la piel si son extraídos en casa.
Si consideramos que nuestro bebé después de un accidente doméstico solo tiene una herida leve, los pasos a seguir serán los siguientes:
- La madre debe lavar bien sus manos con agua y jabón para evitar la transferencia de algún germen.
- Limpiar bien la herida con agua fría y si observamos algún cuerpo extraño debemos llamar al doctor, es conveniente tener en casa un bote de suero fisiológico sin abrir que nos ayude a limpiar perfectamente la herida sin riesgos de contaminación.
- Aplicar un antiséptico (consultar con su doctor) para terminar de eliminar el riesgo de infección. Podemos finalizar cubriendo la herida con una gaza estéril.
Siempre ten a la mano aquellos teléfonos de emergencia (pegados en el refrigerador o la pared) y en caso de algún problema mantén la calma y control de la situación.