La crianza de los niños es muy importante para su desarrollo, pero también se anuda a su crecimiento los cambios y modificaciones conductuales que generalmente aparecen a partir de los dos años de tu pequeño.
La conducta y comportamiento del niño transitará por un proceso diferente y complicado, pero que como la mayoría de las cosas; tiene solución. Este período permanecerá hasta los cuatro años aproximadamente, así que la recomendación principal es armarnos de paciencia y buscar estrategias y métodos de crianza efectiva que logren sobrellevar los berrinches que cada vez se harán más frecuentes a esta edad.
¿Qué son las pataletas?
Es un comportamiento inadecuado que adopta el niño; quizás, como única forma de expresar su incomodidad o necesidades a esa edad: molestia, frustración, impotencia o desilusión. Es común que algunos padres obliguen a los niños a realizar algo que ellos no desean, y esto genera inmediatamente una acción-reacción lo que termina en un berrinche, como forma de respuesta.
Lo bueno es que estas pueden solucionarse buscando métodos factibles y prácticos donde se incorporen a todos los miembros de la familia y allegados.
Qué hacer si el niño hace un berrinche en la calle
- No pierdas la calma, si te alteras estarás dándole la razón a las reacciones del niño, y esto solo empeoraría la situación.
- Tampoco es bueno que cedas a su comportamiento, porque estarías haciéndole entender que lo que hace está bien.
- Deja que el niño arme su berrinche y trata de no prestar mayor atención, cuando se calme habla con él y pregúntale si ha ganado algo con su actitud.
- Trabaja en la forma de controlar sus emociones de forma efectiva.
- Trasmite paz, tranquilidad, armonía, amor y serenidad, él irá adquiriendo este comportamiento.
- Habla con los coresponsables del niño y no se quiten autoridad, entre todos pueden guiar al niño hacia un buen comportamiento.
- Plantéate firme y con sutileza has entender al niño lo que está bien y lo que no.
- Déjalo drenar su frustración, pero luego conversa con él hasta llegar a la raíz del problema, de esta manera podrás resolverlo.
Sabemos que es una situación incómoda, más aún cuando este comportamiento lo realizan en un lugar público, sin embargo, no permitas que los nervios te ganen, respira profundo y de la manera más adecuada enseña a tu hijo a canalizar sus emociones.