Miedos en los niños: ¿Cómo ayudarlos a superarlos?

Miedos en los niños

La mayoría de los miedos en los niños son una señal de un desarrollo saludable. Cada paso del desarrollo en la vida de una persona les permite madurar un poco, armarlos contra los desafíos del mundo y significar un poco más de independencia y autonomía.

Así es como los niños “conquistan” el mundo

Al mismo tiempo, conocer nuevas perspectivas y situaciones suele ser aterrador. Y nosotros, los padres, a veces nos quedamos indefensos. “Mi hijo era tan valiente que ahora le tiene miedo a las tormentas eléctricas, a los monstruos o a la oscuridad”. Y eso es ¡normal que pase!

Cualquiera que haya escuchado alguna vez: «No necesitas tener miedo» sabe lo inútil que es eso. Pero, ¿qué estrategias de afrontamiento ayudan realmente? Para entender primero de dónde vienen los miedos en los niños, la madre o el padre pueden hacerse las siguientes preguntas:

«El miedo llamó a la puerta, la confianza se abrió y nadie se quedó afuera». (Proverbio chino).

¿Es realmente así de simple?

Confiar en que existe una oportunidad de desarrollo en los miedos en los niños puede, en principio, ayudar. En cualquier caso, los padres pueden apoyar a sus hijos con algunas actitudes básicas:

Ofrece al niño métodos por miedo

Cuentos e historias de hadas:

Los cuentos de hadas ponen en palabras los miedos en los niños, a los niños les gusta identificarse con los héroes valientes, fuertes o inteligentes, pero también pueden deslizarse en el papel del villano y así adquirir sus poderosas apuestas.

Pintar o jugar con los miedos de los niños:

Expresar los miedos de manera creativa es especialmente útil cuando faltan palabras o son insuficientes. Tener una idea de contra qué luchar hace que el desafío sea menos intimidante. Un niño que se ha dibujado a sí mismo con, por ejemplo, una armadura de caballero, obtiene una imagen concreta en su cabeza de sí mismo como el vencedor del miedo.

Juego de roles contra los miedos de los niños:

Utiliza los poderes curativos del juego (por ejemplo, prepárate para una estancia en el hospital con el caso del médico). Quizás a tu hijo también le gusten las figuras de títeres, los peluches o las muñecas. Una vez más, anímalos a asumir el papel de villano o fantasma si así lo desean. De ese modo puede apropiarse de las partes amenazadoras y dominarlas.

Los rituales dan seguridad:

Cuando las situaciones aterradoras se combinan con hermosas tradiciones recurrentes, una tormenta amenazadora puede convertirse en un maravilloso ritual de abrazos. Los rituales le dan seguridad a tu hijo y crean confianza.

La relajación ayuda:

El miedo provoca calambres y tensión. Los viajes de imaginación o el yoga pueden ayudar a tu hijo a relajarse y calmarse.

Crea espacios vacíos:

No planifiques demasiado la rutina diaria de tu hijo, pero permítele tiempo para actividades y ensoñaciones «no planificadas». Los desafíos de desarrollo necesitan espacio para ser procesados.

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