Masajes para bebés ¿cómo hacerlos? ¿Cuáles son sus beneficios?

masajes bebé

Si decide masajear a su hijo es fundamental empezar con suavidad y después aumentar la intensidad. Lo primero que debes tener claro es la importancia de vigilar las reacciones del bebé, si transmite malestar vuelva a realizar movimientos más suaves. Se recomienda encarecidamente a los padres de niños hipotónicos la realización de un masaje. Los masajes para bebés son una valiosa medida para reforzar el tejido conjuntivo y la musculatura y para estimular la circulación sanguínea.

Recomendación

Pruebe los masajes para bebés antes y después de una sesión de natación. Para muchos bebés resulta más efectivo realizarlo antes. Otra buena opción es realizarlo después del baño diario.

Es muy conveniente, como preparación al masaje, realizar una fricción fría del pecho y la espalda. Para esto sumerja una pequeña toalla en agua fría, exprímala, dóblela y frote con ella el pecho y la espalda del bebé. Es importante porque endurece. El niño será menos susceptible a las enfermedades y además la piel y el tejido conjuntivo adquieren mayor tirantez. Después de la protesta inicial el bebé se acostumbrará muy rápidamente al «trapo frío».

«Amasamiento»

Para los niños pasivos proponemos este movimiento adicional al masaje clásico. El amasamiento es muy sencillo porque es fácil coger suficiente tejido. Imagine que quiere amasar una bola de masa de pan. Trabaje al bebé con los mismos movimientos. Funciona especialmente bien en los muslos y en los brazos, pero también en la espalda. El amasamiento es un movimiento muy intenso, pero debe ser muy cuidadoso al realizarlo.

Pida a su pediatra que le indique un aceite que favorezca la irrigación sanguínea, eventualmente aceite de malva. Recuerde que debe cambiar el aceite en la cara. Combine también este masaje con ejercicios gimnásticos.

Conclusiones

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