Circuncisión: remoción del prepucio

La Circuncisión es el procedimiento que se encarga de la remoción del prepucio (la prolongación de la piel del pene que cubre el bálano o cabeza del miembro). Es bastante simple, habitualmente ocurre al octavo día del bebé varón, por razones religiosas, médicas o sociales. En la religión judía y musulmana es obligatorio y, hoy en día, se lleva a cabo casi en forma rutinaria, en muchos países occidentales.

En niños más grandes, se puede necesitar una circuncisión si el prepucio queda muy estrecho después de cumplir los 4 o 5 años. Esto podría impedir que se limpiara debajo de manera adecuada, quedando la orina y otras bacterias atrapadas y produciendo enfermedades urinarias crónicas (balanitis). También el chorro de orina saldría muy débil debido a esta estrechez.

¿Tiene beneficios la circuncisión?

Los especialistas tienen opiniones diversas. Algunos estudios muestran ciertos beneficios mientras que otros no. La Academia Estadounidense de Pediatría, por ejemplo, afirma que los beneficios no son lo suficientemente significativos como para recomendar la circuncisión como un procedimiento de rutina, por lo que no es médicamente necesaria.

Reportes recientes indican que la circuncisión tiene incidencia en la prevención de infecciones del tracto urinario en los infantes. Asimismo, la circuncisión ofrece algunas ventajas al prevenir al cáncer peneano en los hombres adultos. No obstante, esta patología no es común, ni en varones circuncidados o no circuncidados. Por otro lado, la circuncisión puede disminuir el riesgo de enfermedades sexuales, pero esto tiene más que ver con el uso de métodos de protección, como el condón, que con la circuncisión en sí.

Estudios sobre la disminución en el riesgo de cáncer cervical en las mujeres que tienen relaciones sexuales con hombres circuncidados, revelan, en algunos casos, que la circuncisión puede ayudar. También han sido mixtos los resultados en investigaciones acerca de si ésta previene ciertos problemas del pene, como infecciones e hinchazón indeseada. Algunos estudios muestran que mantener el pene limpio ayuda a prevenir estos problemas de igual manera. Por otra parte, las infecciones y la hinchazón indeseada no son algo grave y tienen tratamiento.

¿Tiene riesgos la circuncisión?

Sí, como cualquier procedimiento quirúrgico. No obstante, la tasa de complicaciones luego de la operación es baja. Los problemas más comunes son sangrado e infección en el área circuncidada. En algunos casos, la piel del glande recientemente expuesta se irrita por los pañales y la misma orina. El tratamiento para este problema es la aplicación directa en el área afectada de vaselina, remitiendo en pocos días.

Lo que puedes hacer

Si decides circuncidar a tu bebé, debes hablar con tu médico o con tu líder religioso. Los arreglos se harán con un obstetra o pediatra antes del nacimiento, una vez que se sepa el sexo del bebé. El procedimiento se puede realizar cuando el niño está todavía en el hospital.
Si no quieres circuncidarlo, espera a que tenga 4 o 5 años y revise cómo está su prepucio. Fíjate si la orina sale en gotas en vez de chorro y si el prepucio se infla con la presión de la salida dela orina. Si este fuera el caso, consulta con el pediatra si es conveniente la intervención.
Después de la circuncisión, asegúrate de que el pene quede limpio y seco. Si es un bebé, lávalo con agua tibia y sécalo con una toalla. Si llegase a sangrar o a infectarse, llama al médico inmediatamente.

Lo que puede hacer el médico

Como es un procedimiento relativamente simple y es realizado a un bebé recién nacido, no requiere anestesia. Si el niño es más grande, se le seda en el hospital, pero es una intervención quirúrgica ambulatoria.


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