Cuando se recibe la noticia de un embarazo con ella llegan las instrucciones de todas las vitaminas y suplementos que se deben incluir en la dieta, entre estos el omega 3, pero ¿por qué es importante?
El omega 3 ayuda a la formación del tejido cerebral del bebé, y es que, cuando estos ácidos grasos esenciales son ingeridos por la mamá a través de su alimentación o mediante suplementos, atraviesan la barrera plantaría para llegar al feto y depositarse en el tejido cerebral y ocular del bebé.
El Omega 3 actúa como un antiinflamatorio y antioxidante, además forma parte de membranas celulares, por lo que en el embarazo debe consumirse con regularidad o suplementarse para gozar de todos sus beneficios.
Beneficios del Omega 3
- Reduce considerablemente el riesgo de preeclampsia.
- Favorece el desarrollo cerebral.
- Permite el desarrollo correcto de la visión y el sistema nervioso del feto.
- Reduce el riesgo de parto prematuro: según algunos estudios, los suplementos de ácidos grasos omega 3 alargan el embarazo de 4 a 6 días reduciendo el riesgo de partos prematuros entre mujeres con antecedentes.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Waterloo en Canadá, tomar suplementos de ácidos graso de omega-3 el embarazo reduce casi en un tercio la posibilidad de que tu hijo padezca asma.
¿En qué alimentos se encuentra el omega-3?
Estos ácidos grasos se encuentran naturalmente en productos marinos y frutas secas, como el higo, pasas, almendras, nueces, avellanas, huevo (específicamente en la yema), soya y en el aceite de oliva.
El omega 3 se encuentra principalmente en los pescados azules (sardinas, anchoas, boquerones, bonito, atún, jurel, palometa, salmón, caballa, arenque, congrio, trucha de mar, salmonete, pez espada, rodaballo) y mariscos (mejillones, ostras, berberechos).
Durante la lactancia también se recomienda la ingesta de diferentes suplementos alimenticios, ya que durante este proceso la madre seguirá siendo la responsable de llevar al bebé, a través de la leche, los nutrientes necesarios.