En la actualidad se podría hablar de un aumento excesivo de parto por cesaría, algo que resulta muy preocupante para la Organización Mundial de Salud (OMS), de hecho, esta organización ha sido una de las que más enfatiza que se debe reducir las prácticas de cesarías excusadas o innecesarias.
Las cesarías deben ser aplicadas a mujeres que presenten algún tipo de complicación durante el embarazo:
- Mujeres enfermas del corazón.
- Puede indicarse una cesárea si hay un tumor en el cuello uterino u otro lugar que dificultará el paso del feto hacia el exterior.
- Cuando existe una desproporción entre el tamaño de la cabeza del bebé y la pelvis de la madre.
- Si el bebé viene de nalgas, muchos doctores prefieren realizar una cesárea y evitar así las consecuencias que puede implicar un parto de nalgas.
Un grupo de investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo, en Suecia, señala que cuando un bebé nace mediante cesárea esta intervención deja una huella imborrable en sus células madres. Que tendrá consecuencias en la salud del pequeño a largo plazo.
Los investigadores para llegar a una firme conclusión analizaron las alteraciones epigenéticas, que es cualquier proceso de regulación de los genes que no cambie la secuencia del ADN, en las células madres de la sangre del cordón umbilical de 43 niños, 25 llegaron al mundo en un parto vaginal y 18 por cesárea. Asimismo, evaluaron el ADN de 12 lactantes, 6 habían nacido por cesárea.
Las deducciones de la investigación arrojaron que los bebés que nacen a través de una cesárea cuentan con más posibilidades de padecer obesidad, diabetes o asma durante su niñez y adultez.
Los niños que nacen por cesárea se pueden contaminar de las bacterias del entorno, lo que aumenta considerablemente el riesgo de padecer alergias futuras.
¡Llevar un parto natural es la mejor manera de evitar los efectos colaterales de una cesárea! Si te sugieren un parto por cesárea, asegúrate de que las razones sean justificadas.