Los niños que por lo general tienen el temperamento difícil requieren de mayor comprensión pero sobre todo educación, por mucho amor y constancia que los padres pongan a su crianza, no siempre resulta fácil comprenderlos sin antes reaccionar con el mismo temperamento que el pequeño está manifestando.
“El temperamento de los niños es algo heredado, lo que quiere decir que cada niño tendrá un genio muy diferente, algunos serán más cariños y otros simplemente se irritaran fácilmente, ahora la agresividad no es algo normal porque este tipo de conductas son adquiridas con el crecimiento”, asegura el doctor Juan Juanet.
¿El temperamento de mi bebé puede cambiar?
Hay que entender que el temperamento puede amoldarse con el paso del tiempo y a medida que el niño se relaciona con su entorno.
Un niño durante sus primeros cuatro años de vida va formando su personalidad y puede manifestar su carácter a través de:
- Cómo responde a cada estímulo.
- Forma de compenetrarse con el entorno.
- Cómo puede reaccionar ante ciertas situaciones.
- Cómo manifiesta la necesidad de comer o hacer sus necesidades fisiológicas.
“El entorno de cada niño debe ser estructurado de forma sistemática y pautada para intentar inculcar en él un comportamiento más flexible. Existen especialistas que aportan al acople y buen desenvolvimiento de la conducta, es nuestro deber acudir a ellos”, dice el especialista.
Podemos tener un niño difícil o tranquilo pero lo importante según especialistas, es que los padres aprendan a reconocer el temperamento de su hijo y de ser necesario lo orienten a un mejor comportamiento.
Recomendación
Si el bebé presenta llanto o una conducta irritable en ciertos momentos, los padres deben comprobar que esa actitud no tiene nada que ver con algún malestar físico
