José Miguel Viñuela: «ME SIENTO CADA DÍA MÁS PAPÁ»

jose miguel viñuela y su mujer embarazada

El destacado animador de TVN ya se encuentra en la cuenta regresiva para recibir a su primer hijo Diego.

José Miguel Viñuela se muestra inquieto y ansioso porque junto a Constanza Lira, su pareja, ya viven el último trimestre de espera para el nacimiento de Diego. Meses muy importantes, para tomar ciertas decisiones que seguramente pueden cambiar la historia de este pequeño que está por nacer. Una de éstas, ha sido el tema de la preservación de las células madre de cordón umbilical, que ya está tomada y que deja algo más tranquilo al animador de Televisión Nacional.

“Personalmente me he informado mucho sobre las nuevas tecnologías que existen en este ámbito y los beneficios que significa preservar las células madre de mi hijo. Creo que la oportunidad que nos da un banco como Cordón Vida es maravillosa. Esta es una oportunidad única para las nuevas generaciones, porque nosotros no lo tuvimos. Es todo un avance en tecnología impresionante que en el momento clave del nacimiento, significa que tu hijo ya está protegido para siempre. Es maravilloso saber que el día de mañana puedo morir con la tranquilidad que ante un cáncer por ejemplo, mi hijo, pueda tener sus propias células madre para poder combatirlo. Y si esta preservación, según me han explicado en Cordón Vida, puede además ayudar a otros miembros de la familia, también es fantástico. Es una oportunidad que existe hoy y hay que tomarla. No puedo no hacerlo”, comenta el animador.

¿Cómo ha sido la espera durante estos 7 meses?

Bonita, nueva y completamente sorpresiva en el sentido de todos los días encontrarse con algo nuevo y a su vez también es increíble: Como que la vida se congela y uno se mete en este camino que termina en la semana 40, si Dios quiere. Es todo un mundo. Todo, desde las cosas que uno mira, la ropa, el levantarse, ver a la mamá con los síntomas, el ver programas de televisión, buscar sitios en internet. Es todo un mundo absolutamente nuevo y sorpresivo para mí.

¿Cómo ha sido tu apoyo hacia Constanza? ¿Qué rol has tomado en esta espera?

Yo creo que yo me he preocupado más de la parte más logística, en el sentido que ya tenemos la pieza armada, con la cunita, con el mueble para mudar y además con la ropa. Me pasa que cuando voy a cualquier parte y veo una tienda con ropa de guagua, me meto, miro, busco cosas por internet. Me he preocupado harto de eso, pero por sobre todo de ser bien compañero, de ser bien complemento en esto. Nosotros estamos en la etapa del tercer trimestre en que la mujer está más limitada, ya se cansa más, por lo que uno debe ser más apoyo y más sostén en temas que antes no. Me gusta mucho aprender, meterme en los sitios de embarazo, bajar las app, y en definitiva prepararme para saber qué está pasando con mi hijo en la guata.

¿Sientes que así la apoyas?

Sí, creo que saber lo que está pasando con la guagua es un poco estar en sintonía con ella. El otro día leí que pasados los 5 meses de embarazo, se puede sentir ya, al poner la mano, el hipo de la guagua. Entonces ya cuando le toco la guatita y salta con un cierto ritmo, ya puedo decir, “oye, está con hipo”. También que al sexto mes tú ya puedes acercarte a la guatita y hablarle, porque te empieza a reconocer o responde a tu voz, también lo sé y lo hago. Entonces así he podido ir desarrollando un lado propio de la mujer para poder ir complementando todo lo que han sido estos meses, para la Constanza y para mí.

¿Tú siempre quisiste ser papá, siempre supiste que en algún momento llegaría ese momento?

Sí, siempre quise. Probablemente mirando las cosas un poco hacia atrás yo creo que no me arrepiento de la edad en que lo estoy siendo, porque era una persona completamente inmadura y lo fui yo creo que hasta hace unos 3 años, cada vez menos, claro, pero hoy día me pilla en un pie muy interesante de la vida. Es como como llegar a la mitad de la vida y haber reseteado un poco lo que pasó, sin olvidarse por supuesto, y emprender un nuevo camino. Yo siento que mi vida ha sido un camino que llega a un punto y se topa con dos alternativas: seguir el camino que llevaba o buscar otro. Tomé ese otro, que creo es el camino definitivo: el de la paternidad, de la familia. De construir lo que creo yo que es el núcleo de la vida, que es tener una familia para que el día de mañana estos ciclos de la vida te permitan trascender a través de los hijos y también morir acompañado que siento que es muy importante.

¿Cómo te proyectas de papá?

Siempre he dicho que quiero ser papá. No soy un gallo guaguatero, pero sí creo que seré un buen papá. Siento que en esta previa, el precalentamiento, me veo bien aspectado, bien identificado, con harto apego. Afortunadamente, cuando yo era chico, hubo varias cosas que no tuve y que me hicieron obligadamente, desarrollarme en otras áreas y ser un poquito más proactivo con la vida y buscármelas por mí mismo. Pero todo eso fue bien bonito, porque nos llevó a desarrollar una vida en familia bien apegada, cálida, de mucho cariño, de mucho apoyo y quiero que Diego también pueda crecer con eso mismo, que es el legado que nos dejan los papás, pero también que pueda disfrutar lo que yo en algún minuto no pude. Y esas son cosas que he podido construir un poco con la televisión, como construir una casa fuera de Santiago, me he preocupado, ya le hice unos columpios, para que pueda estar y disfrutar ahí y sobre todo para que pueda desarrollar mucha vida al aire libre. Yo creo que seré un papá muy fomentador de la vida al aire libre, del juguete de lana, dentro de lo que se pueda claro, considerando el mundo de hoy.

¿Cómo ves a Constanza?

Súper buena mamá. Muy conectada y ansiosa. El último trimestre es duro, porque ya lo único que quieres es que nazca. Como que llegas a los 7 meses y el tiempo para y ya vas contando los días para que llegue el parto. Yo creo que en esta etapa hay probablemente más ansiedad, más cansancio, la guatita empieza a ser cada vez más grande, cuesta más acomodarse para dormir en la noche, además que patea día y noche, yo creo que será un niñito hiperactivo, no sé a quién habrá salido (ríe).

¿Diego a secas? ¿José?

Pensé en algún momento ponerle José, pero finalmente creo que a lo mejor le voy a hacer un favor en que no se llame igual que yo, no porque no me sienta orgulloso con lo que he hecho, sino que es como ponerle un peso encima, como que cada vez que le digan “oye José Viñuela, ah tú eres hijo de…” No, yo quiero que tenga una vida propia, tranquila, libre, con su identidad desde el principio.

¿Cómo te sientes hoy?

Me siento mucho más papá que animador de Televisión totalmente. Estoy mucho más metido en el tema de ser papá que en mis otros roles, sin que se mal interprete.

¿Será por el ritmo de TV que está viviendo?

No, probablemente estoy sacando un poco la pata del acelerador y siento que la vida realmente importante no está dentro de la televisión. Siempre lo he dicho, uno tiene que ser responsable, profesional, dar todo lo que uno puede, pero hay ciertas variables que uno ya no puede manejar. Yo antes creía que podía manejar todas las variables, pero no es así. Y eso me hace hoy día también estar mucho más concentrado en lo que será mi guagua. Quiero que crezca con papás presente, con aspectos que son fundamentales en la formación de un niño.

¿Y si hubieses sido papá en la época de Mekano?

Yo creo que nunca hubiese sido irresponsable, pero sí siento que probablemente hubiese estado 70-30, 70% del tiempo en la tele y 30% en la crianza. Hoy quiero poder estar con la balanza inclinada hacia la crianza y sin dejar de lado la responsabilidad que significa trabajar en un lugar como TVN.

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