Parásitos en los niños, lo que necesitamos saber

Tipos de parásitos

Aunque la idea de tener un parásito es bastante desagradable, los parásitos son mucho más comunes de lo que piensas. No se limita a los países subdesarrollados, los parásitos existen en todo el mundo y pueden afectar a cualquier persona de cualquier raza, sexo o nivel socioeconómico. Pueden causar una gran cantidad de síntomas, solo algunos de los cuales afectan el tracto digestivo, pero la buena noticia es que son tratables. Aquí te hablaremos sobre los parásitos en niños y cómo puedes detectarlos, tratarlos o prevenirlos.

¿Qué es un parásito?

Los parásitos son pequeños organismos que se alojan en el ser humano en cualquier etapa de su vida, pero se presentan especialmente en los niños.

Se hospedan en el intestino de las personas y son pequeños gusanos o lombrices. La enfermedad producida por los parásitos se denomina parasitosis y es altamente contagiosa. Un parásito es cualquier organismo que vive y se alimenta de otro organismo. Los ejemplos de parásitos incluyen:

  • Gusanos redondos
  • Oxiuros
  • Lombrices
  • Anquilostomas
  • Piojos
  • Giardia
  • Mosquitos
  • Chinches
  • Sarna

Debido a que los parásitos en niños vienen en tantas formas y tamaños diferentes, pueden causar una amplia gama de problemas. Algunos consumen su comida (desde el interior de su cuerpo), dejándolos hambrientos después de cada comida y sin poder ganar peso. Otros se alimentan de los glóbulos rojos y causan anemia. Algunas ponen huevos que pueden causar picazón, irritabilidad o insomnio.

¿Cómo se contagian los parásitos en niños?

Hay varias formas de contraer un parásito. Estas son las causas más comunes:

  • Alimentos y agua contaminados
  • Carne poco cocida
  • Agua contaminada
  • Frutas y verduras sucias o contaminadas
  • La planta del pie

Una vez que un niño se infecta con un parásito, es muy fácil transmitirlo. Si el pequeño tiene un parásito y no se lava las manos después de usar el baño, puede pasar fácilmente huevos microscópicos de parásitos sobre cualquier cosa que toque: la manija de la puerta del baño, el salero, o cualquier persona que toque. Viajar al extranjero es otra forma en que se pueden introducir parásitos extraños en el sistema del niño. También es muy fácil contraer un parásito al manipular animales.

Las lombrices intestinales se contagian con facilidad a través de sus huevos,  los cuales entran al cuerpo del niño por medio de:

  • Las manos de los niños: Cuando los mismos sienten que les pica suelen rascarse con frecuencia en la zona afectada, en ese momento los huevos de los parásitos que son microscópicos quedan por debajo de sus uñas y si el niño se lleva las manos a la boca los introducirá de manera involuntaria nuevamente a su cuerpo.
  • La ropa: Los huevos también pueden terminar en la ropa interior, pijamas, toallas o ropa de cama y en esos lugares sobreviven por dos o tres semanas aproximadamente.
  • Otros objetos: El niño puede tocar diferentes objetos con las manos infectadas dejando los huevos en ellos, como por ejemplo, muebles, juguetes, inodoro, entre otros.
  • Los alimentos que se encuentre infectados por riego con aguas fecales.
  • Las piscinas, parques, aulas, entre otros.

Señales que pueden significar que el niño tiene un parásito

Cuando tu hijo tiene parásitos lo puedes evidenciar si observas algunos de los siguientes síntomas:

  • Dolor o picor en la región anal o en los genitales, con más frecuencia durante la noche.
  • Irritabilidad y un sueño intranquilo.
  • Bruxismo (apretar y rechinar los dientes).

Los signos de un parásito en niños a menudo son causados ​​por las toxinas que libera en el torrente sanguíneo humano. Estos son los síntomas más comunes:

  • Estreñimiento, diarrea, gases, distensión abdominal, náuseas u otros síntomas inexplicables del síndrome del intestino irritable.
  • Viajó internacionalmente y tuvo diarrea en su viaje.
  • Ha tenido una intoxicación alimentaria y su digestión no ha sido la misma desde entonces.
  • Tiene problemas para conciliar el sueño o se despierta varias veces durante la noche.
  • Irritaciones de la piel o erupciones inexplicables, urticaria, rosácea o eccema.
  • Rechina los dientes mientras duerme
  • Dolor en músculos o articulaciones
  • Fatiga, agotamiento, cambios de humor, depresión o sentimientos frecuentes de apatía.
  • Nunca se siente satisfecho después de las comidas.
  • Le han diagnosticado anemia

Tipos de parásitos que afectan a los niños

Existen diferentes tipos de parásitos que afectan a los niños:

  • Oxiuros: Estos son uno de los tipos de parásitos más frecuentes. Son pequeñas lombrices o gusanos que miden un centímetro aproximadamente y suelen ser recurrentes en la zona perianal, pues es allí donde la hembra de este tipo de parásito deposita sus huevos durante la noche, para luego esparcirse por las sábanas, ropa interior o por las manos de los niños contagiando todo lo que tocan, incluyendo a sus padres. Este tipo de parásito ocasiona en los niños molestias o picor en la zona del recto especialmente durante la noche, lo que dificulta el buen descanso del pequeño, produciéndole un sueño intranquilo y al intentar rascarse para saciar la molestia puede ocasionar dermatitis en la zona afectada. Los oxiuros son muy comunes en los niños y su tratamiento es sencillo.
  • Áscaris: Este es otro de los tipos de parásito que afectan a los niños. Normalmente estos parásitos se encuentran en la tierra y se transmiten a los niños cuando estos comen tierra infectada con los huevos de estas lombrices o al ingerir alimentos que vienen de la tierra como los vegetales, pero son expulsados posteriormente por las heces. Los síntomas de este tipo de parásito son pocos pero en ocasiones se evidencian dolores abdominales, tos, erupciones en la piel, entre otros.
  • Giardia: Este parásito se encuentra alojado en el agua. Su incidencia es más frecuente en niños en edades comprendidas entre dos a seis años y que asistan a guarderías o colegios. Su contagio se da a través del contacto con agua contaminada o por tocar las heces de una persona infectada. Y aunque por lo general no producen síntomas, por medio de estos tipos de parásitos que afectan a los niños se pueden producir otras enfermedades como: diarrea aguda, dolor abdominal, entre otras.

¿Qué hacer si el niño tiene parásitos?

En el caso que tu hijo tenga parásitos, debes acudir al médico, quien te indicará un medicamento, que es de una sola toma y es por vía oral, esta debe ser repetida dos semanas después y debe darse a toda la familia. Además para aliviar las molestias producidas en el pequeño se puede lavar la zona afectada con agua tibia.

Otra cosa que es muy recomendable en este caso es bañar al niño por las mañanas para eliminar los huevos que se situaron en el ano durante la noche.

Es importante resaltar que el medicamento que recomienda el médico acaba eficazmente con los parásitos más no con los huevos. Por eso existen unas medidas que puedes tomar en cuenta  para prevenir los parásitos, como:

  1. Lavarse las manos después de ir al baño, antes de comer y al cambiarle el pañal al bebé.
  2. Limpiar constantemente las uñas de tu hijo con un cepillo.
  3. Cambiarle la ropa interior a diario.
  4. No dejar que tu bebé se muerda las uñas.
  5. Desparasitar con frecuencia a las mascotas que tengas en casa.
  6. Entre otras.

Recuerda no automedicar a tu bebé con purgantes ni remedios caseros, pues puedes empeorar la situación ocasionándole más malestares. Es mejor consultar al médico en estos casos.

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