Un embarazo gemelar es todo un reto, sobre todo cuando la futura mamá se encuentra completamente sola cuando empieza a tener contracciones que anuncian un parto inminente. Eso le sucedió a Nichole Mickelson, quien estaba sola en su casa cuando el parto se anticipó a las 35 semanas de embarazo. Después de llamar a su marido y de pedirle a su mamá que fuera a auxiliarla, al ver que esto tardaría, Nichole decidió llamar a emergencias y tomas las cosas en sus propias manos.
Al ver que no alcanzaba a llegar al hospital ni a esperar a nadie, Nichole siguió las instrucciones de los equipos de emergencias vía telefónica. La primera bebé, Ana, nació literalmente en el piso y mientras la mamá se preparaba para recibir a Ashley, la segunda bebé, se dio cuenta de que la primera melliza no respiraba. “Traté de estimularla y hacer que respirara, tuve que hacerle reanimación cardiopulmonar mientras me preparaba para el siguiente nacimiento”, ha explicado a Inside Edition.
En estos instantes, dos policías llegaron a la casa y lograron entrar para auxiliar a la madre con Ana, a quien reanimaron hasta que comenzó a llorar. Según ha explicado el departamento de policía de Wyoming, tuvieron que forzar la puerta con una patada para ayudar a la mamá. Afortunadamente, el esfuerzo valió la pena, pues mientras ellos auxiliaron a Ana, Nichole daba a luz a Ashley.
Después de lo sucedido, la madre confesó que todo el tiempo estuvo en shock y que simplemente reaccionó en “modo de supervivencia”. Las bebés fueron trasladadas a la unidad de cuidados intensivos del hospital y afortunadamente, tanto ellas como Nichole se encuentran bien en lo que en definitiva, fue una muestra de que las mamás son simplemente superhéroes.