Principales situaciones que pueden generar discusiones entre la parejas

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Hay ciertas complicaciones muy comunes que es importante tener en cuenta para saber asumirlas y superarlas. Principales situaciones que pueden generar discusiones entre la parejas

Formar una familia y ser feliz suele ser el proyecto de vida más común entre los seres humanos. En este empeño, desde que se formaliza una pareja hasta que llega la vejez, la relación pasa por una serie de dificultades que, si no se es consciente de ellas ni se es capaz de asumirlas, pueden dar al traste con el objetivo marcado: ser felices. A ello se suma que hay personas que idealizan tanto el hecho de casarse, tener hijos, o nietos, que si surge el menor contratiempo se ven atrapadas, defraudadas, y no saben como resolver su situación.

Al convertirse en pareja:

  • Acordar las tareas a realizar por el cónyuge.
  • Planteamiento de una nueva vida en común.
  • Ajuste de la convivencia personal.
  • Delimitación de roles de pareja
  • Asunción de responsabilidad del hogar
  • Reordenar las relaciones con los familiares y la familia política
  • Congeniar la vida laboral y personal.
  • Establecer espacios de intimidad.
  • Crecimiento biopsicosocial.
  • Desarrollo intelectual y cultural.
  • Consolidación de la personalidad.
  • Posibles separaciones.
  • Problemas económicos derivados de la falta de empleo.
  • Infidelidades.
  • Discusiones de pareja.
  • Orientación sexual.
  • Prevención de embarazos no deseados.
  • Posibles abortos.
  • Disfunción sexual.
  • Prevención de embarazos no deseados.
  • Posibles abortos.
  • Disfuncionalidad sexual.

 

Al asumir la Paternidad:

  • Relimitación de posibles riesgos genéticos
  • Trastornos cromosónicos.
  • Planificación del embarazo.
  • Detección del embarazo.
  • Embarazos no deseados
  • Etapas del desarrollo prenatal.
  • Alimentación y cuidados de la madre.
  • Revisiones médicas de la madre.
  • Riesgos del embarazo
  • Emociones y estrés de la madre.
  • Preparación al parto y a la paternidad.
  • Apoyo ante posibles alteraciones en la etapa del embarazo.
  • Gestión y previsión económica de futuros gastos familiares.
  • Parto y las consecuencias derivadas del mismo.

 

Del Nacimiento al periodo preescolar:

  • Establecer las rutinas fisiológicas básicas: sueño y alimentación.
  • Desarrollo de las primeras relaciones emocionales padres e hijos.
  • Ajustar los horarios laborales a la crianza de los hijos.
  • Aprendizajes del habla y desarrollo psicomotor.
  • Conocimiento del entorno familiar.
  • Establecer las primeras premisas del bien y el mal.
  • Desarrollo social.
  • Horario y gestión de guardería.
  • Distribución del tiempo familiar para la crianza del bebé.
  • Delimitación de roles y funciones parentales.

 

En la etapa escolar:

  • Adaptación de los horarios del colegio a la vida familiar y laboral.
  • Necesidades escolares: material, desplazamientos…
  • Formación de la personalidad del niño.
  • Desarrollo intelectual, cognitivo, social, moral, afectivo y emocional.
  • Aprendizaje de convivencia con sus semejantes.
  • Distinción entre el bien y el mal.
  • Formación de valores y principios morales.
  • Alcanzar la comprensión del yo, la familia, el contexto más cercano y el mundo.
  • Creación de lazos afectivos fuera del entorno familiar.
  • Inicios de independencia de los padres.
  • Adquirir destrezas y habilidades sociales.
  • Asunción de su sexualidad.
  • Desarrollo de habilidades y competencias escolares que permitirán el desarrollo intelectual posterior: aritmética, lectura y escritura.
  • Convivencia y relaciones familiares.
  • Desarrollo de nuevos hábitos y comportamientos en el contexto familiar.
  • Cambios en la relación familiar.
  • Cuando los hijos llegan a la adolescencia
  • Establecer relaciones sociales maduras con sus compañeros de ambos sexos.
  • Adquisición de un planteamiento ético de conducta.
  • Reafirmación de la identidad y la personalidad.
  • Adaptación a los cambios fisiológicos provocados por la evolución hormonal.
  • Adaptación a los nuevos cambios físicos.
  • Preparar su formación hacia una carrera profesional o destino laboral.
  • Lograr la independencia de los padres.
  • Pertenencia al grupo.
  • Preparación para la formación de una pareja.
  • Desarrollo de habilidades sociales en entornos más amplios.
  • Búsqueda incesante de emociones nuevas.
  • Posibles discusiones, conflictos y enfrentamientos en el seno familiar: horarios, salidas, compañías…
  • Acoplamiento de la nueva personalidad con las características de la familia.

 

Cuando son jóvenes:

  • Elección de carrera profesional.
  • Formación de un perfil académico.
  • Iniciación e incorporación al mundo laboral.
  • Elegir un planteamiento de vida.
  • Posibilidad de asumir la vida en pareja.
  • Comenzar a preparar una vida independiente.
  • Establecer redes sociales
  • Plantearse la formación de una futura familia.
  • Abandonar el seno familiar para formar una familia propia.

 

En la madurez:

  • Asumir el nido vacío.
  • Reestructurar la nueva vida de pareja en ausencia de los hijos.
  • Apoyo a los hijos en su transición con su nueva familia.
  • Asunción del rol de abuelos.
  • Ajuste de la convivencia.
  • Reestructuración de horarios y actividades recreativas.
  • Adaptarse a los cambios corporales.
  • Atender las necesidades derivadas de la atención de los padre ya mayores.
  • Llegada de la jubilación.

 

Jubilación:

  • Nuevo ajuste de horarios.
  • Adaptarse al retiro
  • Distribución del ocio y tiempo libre.
  • Mayor número de horas de convivencia de pareja.
  • Posibles enfrentamientos y discusiones
  • Reparto de tareas.
  • Seguimientos y revisiones médicas.
  • Prevención de cambios asociados con la edad.
  • Nuevos ajustes de entornos sociales.
  • Formación de nuevas redes sociales al abandonar las redes laborales.
  • Disminución de ingresos económicos.
  • Reajuste económico para atender las necesidades.
  • Gestión de recursos de apoyo biopsicosocial.

 

Al llegar a la vejez:

  • Adaptación a los cambios bio-psico-sociales.
  • Desaceleración del ritmo de vida.
  • Salvaguardar el mayor tiempo posible la independencia.
  • Preparación para la dependencia.
  • Intentar mejorar la calidad de vida.
  • Asumir el cuidado médico.
  • Superar la muerte del cónyuge.
  • Establecer nuevos vínculos afectivos y emocionales con personas afines a la edad.
  • Adaptar nuevos roles sociales.
  • Tramitar gestión de recursos residenciales.
  • Reflexiones vitales y existenciales.


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