Las mejores colaciones para nuestros hijos

crema de garbanzos

¿Cómo elegir una buena colación para nuestros hijos? Lo ideal es que las colaciones que enviamos sean lo más sanas posible.

Una buena técnica es planificar semanalmente la colación de los niños para evitar que compren comida chatarra y dulces en el colegio. La idea es que la colación sea sólo una, independiente de la cantidad de recreos que el niño tenga, y ésta debe ser baja en azúcar, sal y grasas y que sean una fuente de aporte de vitaminas, minerales y, sobre todo en esta etapa de crecimiento, calcio.

A continuación te entregamos algunas sugerencias para un recreo rico y sano ¡Pon atención!

Dentro de las colaciones saludables existen varias alternativas: frutas frescas; jugos de frutas naturales; frutas deshidratadas (pasas, manzanas, peras, ciruelas, higos, duraznos, damascos); semillas (maní, almendras, nueces); sándwich en base de pan integral con palta, jamón, quesillo, ricota, pollo. Dentro de los productos lácteos, está el yogurt y las leches con un bajo contenido de graso (descremados).

Con todos estos ingredientes, se puede elaborar un mix semanal para enviar cada día una alternativa distinta y atractiva para los niños. Importante también es considerar que se debe enviar una sola colación a los pequeños, aunque tengan más recreos durante la jornada.

Lunes: Un sándwich de pan integral con pechuga de pavo cocida y palta. Otras alternativas pueden ser, pollo cocido, atún o quesillo. También podemos reemplazar la palta por tomate o distintos tipos de lechuga.

Martes: Un huevo duro, procurando no enviar una excesiva cantidad de sal para el consumo de éste. Una alternativa es moler el huevo y rellenar dos láminas de jamón con esta mezcla. Esto se pude acompañar con un par de aceitunas.

Miércoles: Un yogurt semidescremado o descremado, más una fruta pequeña que puede ser durazno, manzana, plátano o cualquiera de la estación. Tener especial cuidado con aquellas que contienen mucha azúcar como las uvas. El yogurt también se puede acompañar con un puñado pequeño de frutos secos como nueces, almendras.

Jueves: Un trozo de queque o postre de leche casero y preparado con lácteos descremados. A eso se le puede adicionar una fruta picada o un jugo.

Viernes: Un puñado de cereales bajos en azúcar, o una barra de cereal, o un par de galletas de arroz.

Y en cuanto al bebestible lo ideal es motivar el consumo de agua pura, pero algunas alternativas pueden ser jugos naturales de frutas, aguas de hierbas o de la cocción de alguna fruta, a las que se les puede adicionar algún endulzante.


niño y madre
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