Póngale sabor al Día de la Madre

niña

Chocolates, flores, perfumes, libros, carteras, son parte de los infaltables regalos que se consideran para el Día de la Madre. Sin duda, presentes que se agradecen pero que pueden quedar chicos al lado de un lindo regalo nutritivo hecho con todo el cariño y dedicación.

Regalarle a la mamá una buena alimentación es una excelente idea, cuando se quiere hacer algo con las propias manos y de forma exclusiva. Una labor que siempre es reconocida y bienvenida por las mamás, en un día que esperan poder sentirse como reinas.

Stefanie Chalmers, docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, plantea que buscar un menú especial denota un cuidado que siempre es muy bien valorado. Pero para agradar al paladar de la regaloneada mamá, sin causar en ella la sensación de culpa por consumir preparaciones desbalanceadas que pueden alterar su salud y su físico, la docente seleccionó alimentos ricos y formas de preparación que la dejarán contenta y, además, le aportarán beneficios desde todas las perspectivas.

Así, la especialista comparte algunas ideas de preparaciones simples, atractivas y nutritivas de desayunos y almuerzos, especialmente pensados para los menos experimentados.

El clásico desayuno en la cama o la once familiar

La nutricionista de la Universidad del Pacífico  plantea que en esta selección es importante incluir siempre una buena fuente de vitaminas. “Esto se puede garantizar al incorporar frutas en el desayuno, que además permiten presentarlo muy agradable a la vista y el olfato, gracias a su colorido y aroma”, señala.

En la elección de los cereales, dice que es preferible escoger los integrales y preocuparse del acompañamiento al momento de elegir el pan. “Hay que usar un pan más firme en caso de rellenos más líquidos como el tomate o la palta, ya que un pan de molde puede disgregarse con la humedad”, indica.

Otro infaltable es la proteína. “Una buena forma de incluirla es el quesillo, ya que puede combinarse con dulces y salados”, recomienda.

Como bebida caliente, la nutricionista plantea que se puede recurrir al favorito de los niños: el chocolate caliente, ya que es una forma de destacar los lindos recuerdos de infancia. “Procurar no incluir café cuando la madre curse con una indicación médica que lo contraindique, para no hacerla sentir ‘obligada’ a consumirlo cuando sabe que le hace mal. En estos casos, o frente a la duda, una buena alternativa es agregar una infusión de hierbas, como la manzanilla o la menta”, sugiere. “Además, si se quiere, se puede considerar el detalle de un chocolatito pequeño o unas galletitas, junto a la bebida caliente escogida. Nunca está de más”, agrega.

Finalmente, recuerda tener la precaución de incorporar en la bandeja el azucarero o el endulzante, según preferencias de cada madre.

Desayuno de campeona:

Un tazón de chocolate caliente + un par de galletitas o un chocolate pequeño.

Mix de frutas (a elección y de varios colores) bañado en yogurt natural.

Tostadas de pan pita con palta y tomate en cubitos.

Infusión de rosa mosqueta + un par de galletitas o un chocolate pequeño.

Un jugo de naranja y frambuesas.

Pan de molde con pasta de pollo y palta.

Un almuerzo con amor

Para Stefanie Chalmers, en el almuerzo es muy importante la inclusión de verduras, más uno o más representantes de alimentos proteicos y de carbohidratos o cereales. “En relación a las proteínas, las carnes son las más apetecidas por la mayoría de la población, por lo que si la madre no fuera vegetariana, el cuidado principal al respecto es la selección de un corte blando y bajo en grasas, o preocuparse de amortiguarla y desgrasarla con mucho cuidado. El pollo suele ser una carne de las más apetecidas y que cumple fácilmente los criterios recién señalados”, comenta.

Para darle un toque especial, la docente de Nutrición de la Universidad del Pacífico recomienda seleccionar cereales poco comunes, como el cuscus o la quínoa. “Tienen un sabor muy aceptado por todo paladar y ofrece texturas novedosas y muy agradables, además de ser muy fáciles de preparar”, asegura.

Para la especialista, otro plato muy fácil de elaborar es el risotto. “Sus instrucciones de preparación se describen en los mismos envases (arroz carolino o arroz arbóreo) y se puede acompañar con verduras y carnes a elección, sólo procurando que sean blandas”, plantea.

Menú de mamá:

Entrada:

Verduras salteadas o frescas (combinar rojas y verdes), agregar una salsa de yogurt con ciboulette y toques de ajo (la salsa se presenta junto a las verduras, para agregar a gusto).

Tomates cortados en juliana + champiñones cortados a la mitad + cáscaras de zapallo italiano y zanahoria cortadas en tiras, saltear en aceite de oliva hasta que tomen un color dorado y se consiga un tono más blando, agregar un toque de pimienta, merquén y sal a gusto. (Ojo: primero trabajar con la zanahoria y las cascaras de zapallo que son más duras; al final incorporar los tomates).

Plato de fondo:

Pollo o pescado al horno, acompañado con una papa horneada y ¾ de taza de quínoa cocida. (El pollo o pescado pueden dejarse en un aderezo de jugo de limón y otros condimentos a gusto, reposando desde el día anterior en el refrigerador, para que incorpore un sabor especial y un toque de humedad).

Postre:

Una simple gelatina decorada con las frutas favoritas o un batido de esas frutas mezcladas con yogurt y presentadas en una copa, son un postre atractivo, delicioso y saludable que de seguro sorprende a cualquier madre.

 

 

 

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