¿Cómo saber Si usted es padre de un niño prodigio?

Si usted es padre de un niño prodigio, sabe que su hijo no es igual a los otros niños. Claro, a su hijo le gusta jugar, discute con sus hermanos, y se resiste a hacer las tareas, como cualquier otro niño. Sin embargo, los niños prodigio hacen y dicen algunas cosas que de seguro otros niños no.

Por ejemplo, a mi hijo le encantaba aprender acerca del espacio y el sistema solar. Empezó a leer a edad temprana y leía todo lo que podía sobre el tema. Una noche, cuando tenía más o menos cuatro años, no podía dormir. Vino a mí muy alterado porque acababa de leer que la Estrella Polar dejaría de ser la estrella del norte en 2000 años. Estoy seguro que otros niños no pierden el sueño por el destino de la Estrella Polar.

Y también en muchas ocasiones mi hijo, agraciado verbalmente, corregía la gramática de otra gente. A la edad de cinco, era un experto y le desagradaba cuando la gente cometía errores de gramática. Si alguien decía algo como “Todos deberían recoger sus basuras”, mi pequeño hijo de cinco años diría, “Todos deberían recoger SU BASURA”.

Podría dar muchos ejemplos al igual que la mayoría de los padres de niños prodigio. Este tipo de historias ayudan a la gente a entender que aunque los niños prodigio son niños, a menudo actúan y piensan de manera diferente que los demás niños. Como resultado, ser padre de un niño prodigio es un poco diferente que ser padre de un niño que no lo es.

Imagina que alguien le preguntara, “¿Cómo sabe que es padre de un niño prodigio?” ¿Cómo respondería a esa pregunta?

Aquí tiene un par de maneras en las que responder a esa pregunta:

Sabe que es padre de un niño prodigio cuando su hijo de cuatro años corrige a un adulto que confundió un Brontosaurio con un Brachiosaurio, y le explica la diferencia entre ambos, añadiendo que el nombre apropiado del Brontosaurio es Apatosaurio.

Sabe que es padre de un niño prodigio cuando su hijo de seis años responde la pregunta de un visitante del museo sobre la constelación Casiopea que el guía del museo no supo responder.

Este tipo de historias pueden ayudar a los padres de niños que no son prodigio a entender mejor cómo son los niños prodigio y lo que significa ser padre de uno.


niño riendo
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