¿Y si mi pareja no quiere hijos?

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Cuando empiezas una relación, te centras en tus sentimientos, sin pensar más allá, sin ni siquiera pensar en los hijos. Pero si el vínculo se profundiza y te das cuenta de que esa persona es realmente especial, puede que empieces a proyectarte hacia el futuro: querer conocer a su familia, viajar juntos, compartir la vida. Inevitablemente, surgirá la pregunta “¿Cuántos hijos quieres tener?” y la respuesta podría sorprenderte.

La mayoría de las mujeres se ilusionan con ser mamás, si no en un corto plazo, más adelante, pero ¿qué pasaría si el hombre de tus sueños no quiere tener hijos nunca?

Posibles pensamientos de la mujer

  • Tal vez le falta comprometerse. Te surgen dudas sobre si tu pareja sentará cabeza o si será capaz de tomar decisiones serias que significan compromiso, como mudarse juntos o casarse.
  • Cuestionas su amor por ti. Al ver que él no quiere hijos, sientes que la razón es que no quiere hijos… contigo. Aunque no puedes estar segura, tiendes a creer que si él estuviese con otra persona, no tendría problemas para ser papá.
  • Asocias su negativa con el egoísmo. Como tener hijos es algo tan importante para ti, sientes que él no te comprende y que no es capaz de ponerse en tu lugar y asimilar tus prioridades.
  • Te molesta su ambigüedad. Si la respuesta que te da no es muy clara, esperas que se arme de valor y te diga por fin qué pretende para concretar tus proyectos. Es muy importante hablarlo, ya que no es lo mismo decir que no se quieren niños a decir que ahora no es el mejor momento.
  • No estás segura si son el uno para el otro. Ser mamá es tan fundamental en tu vida que eres capaz de plantearte la relación si tu pareja no quiere tener hijos jamás.

Posibles pensamientos del hombre

  • No comprende por qué tienen que complicar la relación con un tema tan serio, justo ahora que lo pasaban tan bien.
  • Le da miedo perderte, ya que al ser un tema tan delicado, su respuesta podría desilusionarte.
  • Teme cometer un error. Traer un niño al mundo es una tremenda responsabilidad y no quiere sentirse obligado a hacerlo.
  • Se siente presionado. Cuando le hablas del tema se imagina bajo un interrogatorio, donde todo lo que diga será usado en su contra.
  • Duda sobre su instinto paterno. A veces piensa que quizás tenga un problema, ya que no siente ganas de ser papá,, y sabe que la sociedad lo verá muy mal.

 

Cuando no hay acuerdo

Si estás emparejada hace años, probablemente sepas desde hace algún tiempo lo que él piensa sobre tener descendencia. Pero puede que en un principio no le hayas dado mucha importancia, ya sea porque eras más joven o porque antes tu deseo maternal no estaba tan desarrollado.

Otra posible razón es que pensaste que él cambiaría de opinión, pero te has dado cuenta de que no es así y posiblemente nunca cambie.

También podría suceder que fueras tú la que no quería tener hijos en un principio, pero con el tiempo has cambiado de opinión. Entonces, esperas que a él le ocurra lo mismo y de pronto los dos quieras agrandar la familia.

Ahora, si desde un principio tu pareja expresó su negativa a tener familia, entonces no tienes razones para echarle en cara su postura. Recuerda que él fue sincero y estableció sus límites. En realidad, eres tú quien ha cambiado y procura alterar el panorama.

Por lo tanto, al estar en pareja debes poder estar segura de lo que quieres para el futuro. Y si ves hijos en tu futuro, busca una persona que también quiera ser papá. Tener hijos requiere un sentido de compromiso para toda la vida, no se puede estar poco convencido al respecto. Puede que sea el momento de plantearte si van para el mismo lado en su relación.

Si es temporal

En el caso de que él no te dé una respuesta clara, o deje abiertas las puertas con un “Por el momento, no” o “Prefiero esperar”, debes pedirle que sea sincero, para saber si te es posible esperar.

Es sumamente importante tener una idea clara de las cosas, ya que si no, te verás tentada a buscar razones tras cada uno de sus dichos, sobre-interpretando sus frases y buscarás salida a tus frustraciones con peleas frecuentes.

Se requiere tener una conversación franca, sin ponerle una soga al cuello, pero sí hacerle ver que él debe ponerse en tus zapatos, entender tus sentimientos. Asimismo, tú necesitas saber qué ocurre con él, si tiene miedos, aprensiones u otro sentimiento relacionado con la llegada de un bebé.

Después de la conversación, de exteriorizar los sentimientos de ambos, pueden llegar a un acuerdo y definir si esperarán un tiempo.

Finalmente, recuerda no presionar ni darle un ultimátum, ya que así no funciona una relación saludable y tener un hijo debe estar motivado por la ilusión y el amor.

 

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