Criopreservación de ovarios: ser madres después del cáncer

criopreservación de ovarios

Hace un tiempo, la mujer con cáncer corría el riesgo de sufrir infertilidad y menopausia precoz, sin embargo, con una nueva técnica, congelación de ovarios, se puede revertir la situación.

¿En qué consiste la congelación de ovarios o criopreservación?

La congelación de ovarios o criopreservación es una práctica experimental que consiste en extirpar el órgano reproductor de la mujer, para seleccionar los fragmentos de óvulos inmaduros que serán congelados hasta que la paciente después de atravesar un tratamiento cancerígeno, decida su reimplantación.

Hace algunos años, a las mujeres que eran sometidas a un tratamiento oncológico, se les esfumaba el sueño de ser madres, porque producto de la quimioterapia perdían la capacidad hormonal y reproductiva. Pero ahora, las pacientes que superaron un cáncer, pueden volver a ser madres, gracias a la congelación de ovarios, es decir, al conservar tejido ovárico.

Los tratamientos de radioterapia y quimioterapias suelen dañar e incluso matar las células germinales del ovario, que son las responsables de la formación de óvulos. El doctor Enrique Oyarzún, explica: “Si se produce un daño en estas células, efecto de la quimio y radio terapias, éstas mueren sin posibilidad de reproducción, y no hay más para cumplir la función de producción hormonal y reproductiva”.

La congelación de ovarios, es una innovadora técnica que consiste en extraer laparoscópicamente -cirugía mínimamente invasiva realizada con la ayuda de una cámara de video colocada en el abdomen- tejido ovárico sano, el cual es sometido a biopsia para descartar la presencia de células cancerígenas.

Los trozos de tejido se congelan en nitrógeno líquido, y se esperan unos cinco años después de finalizado el tratamiento contra el cáncer para reimplantarlos en la paciente, también por vía laparoscópica. De esta manera, la mujer tiene la posibilidad de poder embarazarse.

Limitantes de la congelación de ovarios

Tiempo: hay que esperar unos cinco años después del tratamiento oncológico para tener certeza de que la paciente se recuperó.

Costo: es necesario preservar el tejido ovárico por unos cinco años, y mensualmente cuesta unos 30 mil pesos.

Autorización de los padres: muchas veces por desconocimiento y temor, rechazan esta técnica.

Origen de la preservación de ovarios

Esta técnica comenzó en 1996 en Bélgica, y en 2007 ya habían sido criopreservadas 250 mujeres. Todas recuperaron su función ovárica, lo cual es una ayuda sicológica muy importante, además de no haber sufrido una menopausia precoz.

En Chile, el año 2007, los padres de una niña con cáncer que iba a quedar infértil por las terapias oncológicas a las que iba a ser sometida, decidieron congelar tejido ovárico de la pequeña. El doctor Oyarzún, explica: “En niñas que aún no llegan a su pubertad, lo más complicado tras la radioterapia es la pérdida de su función ovárica y la fertilidad, que obliga a recurrir a terapias de reposición hormonal. No obstante, hay niñas que logran menstruar, en tal caso, el tejido ovárico congelado puede usarse para reponer la fertilidad cuando se ha perdido”.

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