La tos en los niños ¿cuáles son las causas?

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La tos en los niños es un síntoma de muchas enfermedades respiratorias, siendo frecuentemente consultada en pediatría, ya que angustia a los padres y altera la vida normal de los pequeños.

Tos: reflejo protector

Al toser, nuestro organismo responde de manera normal ante un agente que pueda dañar el sistema respiratorio. Lo que se logra con la tos es remover secreciones y otros elementos de la vía aérea; esto se produce por un mecanismo reflejo, desencadenado por la estimulación de 2 tipos de receptores de la vía aérea: los de la tos y los irritativos.

Fisiología de la tos

Los receptores de la tos se ubican ampliamente en la vía aérea baja: laringe, tráquea y su bifurcación y en bronquios; así como también en nariz, senos paranasales, conducto auditivo, pleura, pericardio, diafragma y estómago.

¿Qué provoca la tos?

Los estímulos irritativos pueden ser cuerpos extraños, gases irritantes y polvo. También provocan la tos estímulos inflamatorios, que comúnmente causan la tos en los niños: faringitis, laringitis, traqueitis y bronquitis.

Menos frecuentes en niños, pero estímulos de la tos al fin y al cabo, son los mecánicos, como neoplasias benignas y malignas, compresión extrínseca, causada por tumores, ganglios, aneurismas y, de mucha frecuencia en pediatría, la hiperactividad bronquial y el asma.

Tos, algo más que el pulmón

Dentro de los estímulos no pulmonares que pueden desencadenar la tos se encuentran la irritación de pleura, diafragma y pericardio, la distensión abdominal, la irritación del conducto auditivo externo, la presencia de sinusitis y descarga postnasal y el reflujo gastroesofágico.

Tos psicogénica

Entre las causas centrales se encuentra la tos psicogénica, la que se produce por ansiedad o por hábito, y los tumores del sistema nervioso central que se ubican en la zona del centro de la tos.

Clasificación de la tos en los niños

Existen 2 criterios de clasificación según la duración:

Tos aguda, la que tiene menos de 3 semanas de evolución, y tos crónica o recurrente, la que dura más de 3 semanas o se repite cada 15 o 30 días.

La clasificación más usada

Tos aguda, si dura menos de 2 semanas; tos subaguda, si dura entre 2 a 4 semanas, y tos crónica o persistente, si dura más de 4 semanas.

¿Qué busca un pediatra?

Frente a la tos en los niños, se debe las siguientes características clínicas:

La edad es lo primero que se debe averiguar, porque las causas varían según la edad; en los niños, la mayoría de las causas son infecciosas.

Se debe considerar también el tipo de tos, buscando toses características como la quintosa o coqueluchoídea, la ronca o perruna, la tos seca y la productiva. La intensidad permitirá saber cómo altera la calidad de vida del niño. El horario de la tos es importante para saber si predomina en el día o en la noche. Los síntomas asociados pueden ser: fiebre, mucosidades, etc.

Hay factores desencadenantes de la tos en los niños, como el ejercicio, la alimentación o factores ambientales, como el tabaquismo u otros contaminantes.

Tratamientos previos

Se deben investigar los antecedentes familiares, en caso de patologías asociadas, como la fibrosis quística.

Si no se trata de los elementos clásicos de las enfermedades crónicas, se trata probablemente de un episodio agudo, por lo que se debe precisar si tiene alguna característica clásica, como la tos perruna, coqueluchoídea o psicogénica, que se asocia al estrés y se presenta de día.

Si la tos no es característica

Se deben rastrear síntomas que orienten a las enfermedades frecuentes en los niños: fiebre, coriza, estornudos, odinofagia o dolor al tragar o taquipnea traducida por aumento de la frecuencia respiratoria, que permitirán saber si es una infección respiratoria aguda baja o alta.

Si se encuentra el antecedente de inicio brusco o de aspiración con una consecuente sofocación asociada a sibilancias, estridor y cianosis, se descarta la presencia de un cuerpo extraño.

Si el paciente presenta sibilancias y disnea que aparecen con el esfuerzo, hiperinsuflación y antecedente de respuesta al uso de aerosol por una alergia, puede ser una hiperreactividad bronquial o asma.

Si la tos se presenta en el contexto de un paciente que está expuesto en forma aguda a sustancias como tabaco o volátiles, es probable una lesión inhalatoria.

Tos en los niños ¿por qué tose un niño?

Generalmente se cree que la tos en los niños siempre es peligrosa y que hay que eliminarla de inmediato. Pero, en vez de correr con una receta en la mano, es mejor averiguar cuál es su verdadera causa. En el invierno muchos niños se contagian en el consultorio del pediatra. Por eso es importante la puntualidad de las madres y de la puntualidad del médico. No hay duda alguna que es una época de fiebres, picazón de garganta y narices tapadas. Pero no está bien que la madre crea que es una enfermedad. Por eso, es importante conocer su significado para crear alarmas inútiles y poder valorar este síntoma en su justa medida.

Si el origen es respiratorio, la tos actúa como un mecanismo de defensa para eliminar de la faringe, laringe, bronquios, etc., todo lo que resulte irritante para sus mucosas. Esta irritación es producida por productos químicos como humo, tabaco, vapores tóxicos o gas; por cuerpos extraños como restos de comida, pepitas o maníes; por infecciones como bacterias o virus; o alergias al polen, polvo o alimentos. Las más frecuentes son las infecciones virales respiratorias.

Diferentes tipos de tos

Para descubrir con exactitud la procedencia de la tos, el pediatra tiene que escuchar cómo tose el niño y después preguntar a la madre. La tos puede ser seca o húmeda, se puede presentar a veces, en forma de accesos continuados o ser persistente y rebelde a los tratamientos. Puede ser acompañada de fiebre, pérdida del apetito, insomnio y malestar general. Es fundamental observar si el pequeño presenta disnea o dificultad para respirar para poder establecer el diagnóstico final.

De origen respiratorio

Éstas son las toses más comunes en los niños. Según su ubicación tiene distintas características.

  • Las afecciones rinofaringeas como la rinitis, el catarro común, la adenoiditis y anginas suelen presentar una tos seca que se produce por la irritación que genera el moco al caer desde la nariz o la garganta hacia abajo y acompañarse de carraspera, secreción de moco por la nariz y fuerte obstrucción nasal.
  • En las afecciones de laringe y tráquea la tos se produce por la estrechez de estas dos vías y la mucosidad. Ésta suele ser perruna, alta y ronca y se presenta por la noche, sin expectoración.
  • Bronquitis y Bronquiolitis: es una tos baja y persistente. Fatiga al respirar y hace que el pecho silbe. Puede ser húmeda o bien sibilante.
  • Afecciones de pulmón: la tos es también baja, quejumbrosa, con dolor y dificultad al respirar y fiebre. Usualmente se corresponde con un proceso grave de neumonía.
  • Tos ferina o coqueluche: el niño empieza con una tos seca, irritante y persistente que le dura de 1 a 2 semanas. Luego continúa con accesos de tos que le duran segundos y que se repiten hasta terminar con vómitos de flemas y ojos congestionados. Debes tener presente que esta enfermedad curiosamente ha aumentado en estos años y es más grave mientras más chico sea el niño, sobre todo si no está vacunado.

De origen extrapulmonar

La tos en los niños puede aparecer sin que haya una causa en las vías respiratorias. Los motivos pueden ser:

  • Insuficiencia cardíaca por lesiones congénitas del corazón.
  • Reflujo gastroesofágico. Es un trastorno frecuente en los bebés. Al hacer la digestión, regurgitan alimentos y algunos restos pasan a la tráquea, causándoles la tos. Especialmente pasa en las noches, así que puede ayudar el elevar las «patas» delanteras de la cama y acostarlos hacia el lado derecho después de las comidas.
  • Fibrosis quística del páncreas. Las secreciones mucosas normales son más espesas y abundantes, por lo que su irritación produce problemas pulmonares y tos.

Para tratar esta enfermedad, la tos debe ser eliminada cuando no cumpla ninguna función útil o cuando sea tan persistente e intensa que moleste al niño. En primer lugar se debe averiguar la causa y será el médico quien diagnostique el tratamiento a seguir.

Mientras, es posible aliviarlo humectando y ventilando la habitación, limpiando su nariz con suero fisiológico, quitando las secreciones mucosas de la garganta, dándole líquido y apartándolo del humo del tabaco y la contaminación.

Es posible que el pediatra decida indicar un tratamiento para paliar la tos, si ésta se acompaña de congestión nasal, de abundancia de secreciones y de expectoración, empleando medicamentos antihistamínicos, expectorantes o mucolíticos.

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