Hipertensión y embarazo

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En la actualidad se reconoce como tensión arterial elevada cuando esta alcanza cifras de 140 milímetros de mercurio la máxima (sistólica) y 90 la mínima (diastólica).

En la actualidad se reconoce como tensión arterial elevada cuando esta alcanza cifras de 140 milímetros de mercurio la máxima (sistólica) y 90 la mínima (diastólica), aunque existen circunstancias excepcionales en el embarazo durante las cuales, sin llegar a esas cifras, se puede considerar a la paciente como hipertensa.

¿Qué medidas deben ser adoptadas por la mujer si en edad fértil padece de hipertensión?, preguntamos al doctor Ramón García Mirás, quien señala: Debe mantener un peso corporal adecuado, realizar ejercicios físicos aeróbicos, ingerir una dieta con abundancia de frutas, verduras y disminuir el consumo de sal. Además, eliminar los hábitos tóxicos como el tabaquismo. Es fundamental que cumpla el tratamiento medicamentoso y que acuda a consulta médica para mantener el control de la enfermedad.

El doctor García Mirás, un experto en el tema, es el jefe del Servicio de Hipertensión del Embarazo del Hospital Universitario “Eusebio Hernández Pérez”, radicado en La Habana. Es especialista de segundo grado en Ginecología y Obstetricia, Profesor Auxiliar y Máster en Atención Integral a la Mujer.


—¿Es uno o son varios los tipos de alta presión arterial que pueden presentarse durante el embarazo?

—Se reconocen cuatro tipos. Entre estos debemos destacar la hipertensión arterial crónica, que puede existir desde la etapa pregestacional o debutar durante el embarazo, y la preeclampsia–eclampsia, que es la típica y la más grave.

—¿Es alta o baja su incidencia en nuestro medio?

—En Cuba la incidencia de la enfermedad no difiere mucho de lo que reporta el mundo (alrededor del 10 % de todos los embarazos), lo que sí son mucho menos frecuentes las formas graves y la letalidad. Por ejemplo, en la mayoría de los países no desarrollados, la preeclampsia-eclampsia es la primera causa de mortalidad materna, y en Cuba no aparece entre las tres primeras.

—¿Las causas tienen un mismo denominador común?

—La causa o etiología precisa de esta enfermedad durante el embarazo no ha sido bien explicada aún, pero sí conocemos los factores de riesgo asociados más importantes.

—¿Podría citarlos?

—Entre estos se encuentran principalmente la nuliparidad, o sea las pacientes sin partos previos; las que en embarazos anteriores han presentado la enfermedad, porque tiende a repetirse; las que padecen hipertensión arterial crónica pregestacional o diabetes mellitus, además de la obesidad.

—¿Hay formas de prevención?

—Como no se conoce la causa es muy difícil la prevención, pero es importante en este aspecto que la paciente comience el embarazo con un peso adecuado y un debido control de sus enfermedades crónicas, además, por parte del médico de asistencia se debe realizar una identificación precoz de los factores de riesgo y de los síntomas iniciales de la enfermedad.

—¿Es posible su control? Y preciso, doctor: ¿existen tratamientos efectivos sin riesgos de originar daños a la gestante y al feto?

—Debo insistir en la importancia del médico de atención primaria para identificar la enfermedad desde sus síntomas iniciales, pues alrededor del 50 % de las preeclámpticas desarrollan un cuadro clínico de gravedad a pesar del tratamiento médico adecuado. Están bien identificados los medicamentos antihipertensivos más seguros a utilizar sin afectación materna ni fetal.

—¿En qué semana del embarazo suelen manifestarse estos estados hipertensivos?

—La hipertensión crónica puede debutar desde el inicio, pero la preeclampsia-eclampsia solo aparece después de la semana 20.

—¿Son similares sus síntomas y signos fundamentales?

—La preeclampsia-eclampsia puede presentar una sintomatología similar a la hipertensión crónica, pero generalmente los síntomas de la primera son más acentuados.

—¿Estos trastornos pueden cursar sin síntomas manifiestos?

—Esta enfermedad nunca es asintomática, además de la hipertensión se acompaña generalmente de aumento de peso excesivo, edema o hinchazón marcada, cefalea, y otros síntomas.

—¿Qué complicaciones durante el embarazo, el parto y el puerperio puede originar la presión alta?

—Puede afectar seriamente a la madre y al feto. Entre las complicaciones más frecuentes se señalan la emergencia hipertensiva por aumento grave de las cifras de tensión arterial, alteraciones renales, hepáticas, del sistema nervioso central, y daños a la placenta que repercuten sobre el feto.

—¿Existen criterios de interrupción del embarazo en el tema que nos ocupa?

—Están bien establecidos los criterios de interrupción del embarazo ante aparición de las formas graves de la enfermedad, los cuales deben cumplirse, incluso, independientemente de la edad gestacional de la paciente.


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