Bebé de 6 meses y 2 semanas

Estimulación temprana

Te habrás dado cuenta de que tu bebé ya usa ambas manos con mucha mayor coordinación al jugar o al manipular una cuchara. Puede que no sepas todavía si es zurdo o diestro (lo sabrás cuando cumpla 2 o 3 años), pero su preferencia ya está determinada.

Debido a esto, es mejor que no lo fuerces a usar una mano en específico, porque podrías confundirlo o provocar inconvenientes con la coordinación mano-ojo o su futura capacidad para escribir. El niño debe usar la mano que prefiera.

También en este mes comenzarás a escuchar algunas “conversaciones” de tu bebé con sonidos propios; cuando se dirija a ti, ponle atención y háblale como si le estuvieras respondiendo. Eso estimulará sus habilidades para comunicarse.

Preocupaciones comunes

Si tu hijo aún no desarrolla una habilidad que se supone que otros bebés de su edad tienen –o que ves en los hijos de tus amigas–, no te alarmes; puede ser que su organismo necesite más tiempo o que esté enfocado en otras capacidades. No lo compares, cada bebé es diferente y se desarrolla a su paso particular.

Para librarte de la preocupación, puedes consultar una tabla de etapas de desarrollo de los bebés, donde se indica un promedio de avances esperables en un niño de determinada edad. No obstante, estos no son valores fijos, sino estimados.

La verdad es que es poco probable que el bebé presente un retraso en el desarrollo evolutivo. Sin embargo, si sigues preocupada, consulta con el pediatra.

El dolor de encías

Causa mucha tristeza cuando el bebé sufre de dolor de encías. Esto se debe a la salida de sus dientecitos y la inflamación que supone en esa zona.

Lo que han hecho algunos padres es dejar en el congelador un pedazo de tela suave (como franela o algodón), y luego dárselo al pequeño para que lo mastique. Así, el pañito frío desinflama y tiene un efecto calmante en las encías.

Desarrollo cognoscitivo

A los 6 meses y 2 semanas, el niño ha desarrollado el 50% de su capacidad cerebral.

Puedes comprobar esto al observar las distintas actividades que ejecuta y que revelan su capacidad: volver la cabeza y la vista buscando objetos fuera de su vista; buscar la fuente de un sonido; y alcanzar rápidamente objetos que ha encontrado.

Esto es parte de la noción de permanencia del objeto, es decir, la capacidad para que la imagen de un objeto permanezca en su mente, aún sin verla.

Sus movimientos son ahora voluntarios. Coge las cosas y las manipula, mira los objetos de arriba a abajo y reconoce cambios de perspectiva. También comienza a comparar una cosa con otra.

Mediante la repetición, aprende que realizando cierta acción obtiene resultados y puede cumplir sus objetivos.

Además, puede imitar ruidos de objetos y sabe cómo obtenerlos. Por ejemplo, si le pasas un objeto sonoro, sabe cómo generar ruido con él.

Aparece el conjunto de movimientos adaptativos anticipatorios, lo que quiere decir que el niño es capaz de acomodar los movimientos de todo su cuerpo a la posición y tamaño de los objetos que procura alcanzar.

Esta nueva capacidad denota que el pequeño ha desarrollado los conceptos de espacio y forma, y que ha crecido mucho en su inteligencia general. Pasado este mes, identificará que la palabra “no“ tiene un efecto en él, y dejará de hacer lo que estaba haciendo si la pronuncias.


Madre e hijo
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