Bebé de 4 meses y 3 semanas

Bebé de 4 meses y 3 semanas

Una de las características de esta edad es que tu bebé sigue llorando para comunicarse contigo cuando necesita algo. En estos momentos tu hijo también está desarrollando su sentido del humor en cosas que le asombren, por ejemplo, tu cara apareciendo detrás de algo o un juguete saliendo de repente de una caja.

Estimula la risa y las sonrisas de tu bebé con caras graciosas, acciones divertidas o diferentes sonidos. Sencillamente, silba o imita sonidos de los que hacen los animales u otro que a él le guste. Mientras más raros y desentonados sean, más le van a gustar.

El bebé durante la noche

  • Una rutina nocturna bien definida ayudará a tu hijo a dormir bien.
  • Dale su papa, lávalo, ponle su pijamita, juega con él un rato, léele una historia y luego acuéstalo.
  • Esto hará establezcan vínculos afectivos.
  • Puedes compartir esta práctica con tu marido, turnándose y repartiéndose los días que cada uno hará dormir al bebé por la noche.
  • Evita los juegos bruscos, demasiado agitados y enérgicos cuando se aproxima la hora de ir a dormir, tus rutinas deben ser tranquilas porque tu objetivo es ayudarlo a relajarse.

Desarrollo auditivo

  • La capacidad auditiva del bebé está llegando a su desarrollo completo.
  • Aumenta la coordinación oído-vista ahora es mas preciso cuando vuelve su cuerpo y sus ojos hacia la fuente del sonido.
  • El bebé reacciona a sonidos de alegría y de desagrado.
  • Se tranquiliza con la música.

Desarrollo socio-afectivo

En este mes el bebé reconoce a su madre visual y auditivamente, y adopta frente a ella diferentes expresiones de acuerdo a sí manifiesta alegría o enojo, vocalizando sus estado de ánimo. Mientras está entretenido con alguien ríe; si se le interrumpe el juego, llora. Reacciona con miedo ante situaciones extrañas para él.

Se interesa por su imagen en el espejo; al verse, se emociona y respira agitadamente. Levanta sus brazos para saludar, se pone serio ante la vista de extraños; es decir, comienza a ajustarse a las respuestas de las personas.

Juega con sus manos, sobre todo con sus dedos. Trepa sobre la madre para explora su persona y jugar con su cara. Deja de llorar, aun teniendo hambre ante la vista de la madre o de los alimentos.
Comienza a tener uno o dos juguetes preferidos. Ahora sus posibilidades de juego se han ampliado enormemente, acompañadas de diversas emociones. Puede tener lapsos de juego de quince a veinte minutos.

Sus pequeñas vocalizaciones (sonidos acompañados eventualmente de los movimientos de la lengua), ya tienen un fin de socialización. Predice los intervalos entre la alimentación y los movimientos de su intestino. Puede dormir toda la noche con siestas durante el día.

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